Animales fuera de lugar
«No los espero y al placer de verlos se une el asombro. Me pregunto por qué estarán ahí»
Me encanta cuando veo animales que están fuera de su entorno habitual. No los espero y al placer de verlos se une el asombro. Me pregunto por qué estarán ahí, ¿es curiosidad?, ¿son exploradores?, ¿se han despistado?, ¿les falta comida en su territorio? Esta jabalina y sus tres rayones en mitad de la playa parecen las piezas de un puzle fuera de lugar. O la respuesta a uno de esos acertijos para niños: ¿Qué ves extraño en este dibujo?
Normalmente los jabatos se quedan mirándote para sopesar el peligro y dan un trotecito cochinero resguardándose en el monte bajo. Pero las hembras, con su camada, huyen nada más verte. La maternidad tiene eso, anteponer la seguridad de tus hijos a todo lo demás. Esta cochina se paseó imperturbable durante un buen rato, comisqueando cosillas por la arena. No sé si al ver que no había donde cobijarse decidió darme un voto de confianza y aparte de algún trotecillo para cubrir el expediente siguió husmeando aquí y allí impertérrita.
En esta playa pescan los coquineros y seguro que quedará alguna que otra coquina rica y sabrosa perdida en la arena o algún pez al que le llegó su fin cerca de la orilla.
Ella no parece necesitar consejos sobre lo sano que es tener una dieta variada.
El caso es que esta imagen de hembra, ahí en la playa con sus tres criaturas, fuera de su ambiente , me hace pensar en las veces que la vida nos ofrece algo inesperado. Algo que nos podemos perder por no estar atentos y que pasará sin pena ni gloria. Así que, entre la sorpresa y el asombro, procuro estar espabilada.
