deporte base
Vuelven las lluvias, vuelve el desastre
Los polideportivos de Cádiz vuelven a dejar a los niños sin sus partidos de la jornada debido a las goteras
Eran tiempos del confinamiento cuando el gurú de todos estos señores y señoras que gobiernan la ciudad de Cádiz era vicepresidente del gobierno de este país y salió a la tarima de los españoles recluidos en sus casas para informar a bombo y platillo que los niños, las niñas y los perros y las perras podrían salir a jugar a unas horas determinadas de la mañana en agradecimiento a lo bien que se estaban portando. Ver a Pablo Iglesias, todo un vicepresidente del gobierno, soltando tal sarta de pamplinas era cuanto menos sonrojante para cualquier demócrata que hubiera vivido otros tiempos y otros políticos de mayor nivel.
Total, que los niños y las niñas salieron a corretear las calles de las ciudades gracias a la generosidad del gobierno de PS. Pasados los años, hoy muchos niños y niñas de Cádiz salen de sus casas libremente con la sonrisa en la cara y los nervios en las piernas para jugar su Partido de la semana, ese con el lleva soñando siete días. Pero en Cádiz se quedan con las ganas gracias a la incompetencia de un gobierno municipal que tiene a los polideportivos de la ciudad hechos unos zorros.
El alcalde José María González va para su octavo año en el poder y no solo ya no ha conseguido levantar un puente como el de La Pepa, es que no ha sido capaz de arreglar unas míseras goteras. Ojo con eso. Un puente y un soterramiento por un lado, y unas goteras por el otro. Eso sí, la deuda con los proveedores, 'plenti', que no todo va a ser invertir en la mejora de la ciudad.
Sin salir del deporte base, también se tuvo que aplazar un encuentro en el pabellón de San Felipe Neri, pero en este caso no por goteras sino por la humedad que hizo que varios chicos se resbalasen jugando siendo una temeridad el hacerlo. El árbitro decidió cortar por la sano y un par de horas después se retomó la agenda jugándose partidos de otros deportes como el baloncesto.
Vuelven las lluvias, vuelve el desastre. Imagine venir de Jaén a jugar un partido en un pabellón y que se suspenda. Una gracieta, como la del concejal.
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