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La Mamba Negra dice adiós (por carta)
Kobe Bryant ha hecho oficial que se marcha al final de la temporada tras un calvario de lesiones y derrotas
El hombre que fuera designado como heredero del gran Michael Jordan, la Mamba Negra , el compañero de triunfos y anillos de Pau Gasol en los Lakers, el archienemigo de Shaquille O'Neil, una de las mayores leyendas del baloncesto en los últimos 25 años se retira.
Kobe Bryant ha hecho oficial que se marcha al final de la temporada tras un calvario de lesiones y derrotas que ha eclipsado sus últimas temporadas. Deja la NBA tras conquistarla en cinco ediciones. Ha jugado 20 años en la mejor liga del mundo. A sus 38 años, ha hecho pública una carta de amor al baloncesto en la que certifica esta decisión:
Querido Baloncesto,
Desde el momento en que empecé a coger los calcetines enrollados de mi padre y lanzaba tiros imaginarios para ganar un partido en el Gran Forum de LA, sabía que una cosa era real:
Me enamoré de ti
Un amor tan profundo que te lo di todo. Mi mente, mi cuerpo, mi espíritu y mi alma.
Como un niño de 6 años, profundamente enamorado de ti, nunca vi el final del túnel. Sólo me veía atravesando uno para salir a la pista.
Y por eso corrí, corrí arriba y abajo todas las pistas, después de cada balón perdido, por ti.
Ti me preguntaste por mi empuje, yo te di mi corazón, porque con eso venía
todo lo demás.
He jugado a través del sudor y del dolor, no desafiar a nadie, sino porque TÚ me llamaste.
He hecho todo por TI.
Porque eso es lo que tú haces, cuando alguien te hace sentir tan vivo como tú me lo has hecho sentir a mí.
Tu diste a un niño de 6 años el sueño de ser de los Lakers, y yo siempre te amaré por eso
Pero no puedo amarte por más tiempo
Esta temporada te daré todo lo que me queda dentro
Mi corazón puede soportar los golpes, mi mente puede manejar la rutina, pero mi cuerpo sabe que es la hora de decir adiós.
Y eso está bien. Estoy listo para dejarte ir. Quiero que lo sepas. Asi que, ahora sí que ambos podemos saborear cada momento que nos queda juntos. Lo bueno y lo malo. Nos hemos dado todo lo que tenemos.
Y ambos sabemos que no importa lo que haga después. Siempre seré aquel niño, con los calcetines enrollados, la basura en la esquina, 5 segundos en el reloj, el balón en mis manos. 5... 4... 3... 2... 1...
Te amo, siempre, Kobe
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