Valencia-Unicaja
Remontada de campeonato
El Unicaja le da la vuelta al partido con un último cuarto milagroso y se proclama campeón de la Eurocup en casa del Valencia
Crónica
El espectacular ambiente en la Fuente de San Luis anticipaba un partido grande. Ya lo habían sido los dos anteriores, con triunfos repartidos que habían desembocado la final de la Eurocup en este duelo a vida o muerte. Un choque sin red que decidiría el campeón de un título con premio : jugar en la Euroliga la próxima temporada.
La responsabilidad la tenía el Valencia , el mejor de la competición y local en el encuentro definitivo. Una presión que le pasó factura en unos primeros minutos de dominio del Unicaja. Los andaluces, que habían superado todas las eliminatorias del torneo con el factor cancha en contra, empezaron muy seguros en el lanzamiento, con un Alberto Díaz muy certero. El base –MVPde la final– lideró ese parcial inicial que puso al Valencia contra las cuerdas y obligó a Pedro Martínez a pedir tiempo muerto para acabar con el monólogo verde (6-14, min. 6).
Lo hizo dando entrada a Dubljevic y Sastre, cuya irrupción en el encuentro fue clave. Entre ambos anotaron los siguientes 18 puntos del Valencia Basket , que le dio la vuelta al marcador con un parcial demoledor que selló una canasta de Rafa Martínez (26-16, min. 13). El Unicaja –siete minutos sin anotar un punto–, se dio cuenta de que la remontada pasaba por la defensa. Planteó entonces Plaza una zona mixta que le funcionó muy bien y fue poco a poco recortando la distancia el Unicaja. Punto a punto. Casi sin hacerse notar, hasta llegar al descanso a tiro de una canasta (33-30).
Habían conseguido limitar los daños, pero les faltaba dar el paso más importante para volver a poner nerviosa a la grada naranja. Un último empujón que tardaría en llegar, porque Pedro Martínez no se dejó nada esta vez en el banquillo. Puso de inicio a Dubljevic y a Sastre. ASan Emeterio y Van Rossom. A Rafa Martínez. Un cinco comprometido y fiable, que se sacó brillo nada más volver de los vestuarios. La distancia volvió a situarse por encima de los diez puntos (50-38, min. 25) , mientras el Unicaja trataba de recompenerse. Cinco puntos consecutivos de los visitantes alimentaron la esperanza verde.
Del infierno al cielo
La expulsión de Omic –el mejor del Unicaja hasta entonces– ejerció de acicate para sus compañeros , que tiraron de fe y de coraje para levantar un partido que tenían casi imposible (56-43, min. 31). Carlos Suárez y Dani Díez se echaron el equipo a la espalda y su actitud defensiva contagió al resto de sus compañeros. No volvió a anotar el Valencia hasta el último minuto –dos tiros libres de Dubljevic . Demasiado tarde. La Fuente de San Luis era para entonces una tumba que asistía atónito a la fiesta del Unicaja.