Liga Endesa
El Madrid ya espera rival en la final
Sufrido triunfo blanco en Valencia, ante un equipo naranja que nunca dio la victoria por perdida
Crónica
El Real Madrid es el primer finalista de la Liga Endesa , donde se verá las caras con el Barcelona si los azulgranas vencen esta noche al Caja Laboral en Vitoria (21.00 horas). Los blancos eliminaron a un Valencia Basket aguerrido , que luchó hasta el último suspiro a pesar de las bajas y que no tuvo esta vez un tiro milagroso que llevara la serie de nuevo a Madrid.
Habían pasado dos días desde la canasta salvadora de Guillem Vives, pero el lanzamiento seguía muy presente antes de que el balón se lanzara al aire en el cuarto partido de la serie. Aquel tiro postrero del base salvó de la eliminación al Valencia Basket y reforzó la fe de la afición naranja, convencida ayer de que el milagro de la final era posible. El ambiente infernal de la Fuente de San Luis se calmó tras unos primeros minutos de dominio blanco. Acierto brutal desde el perímetro (9 de 15 al descanso) que encendió el nerviosismo en la grada y el banquillo de Pedro Martínez . El técnico veía como su defensa hacía aguas, mientras su equipo solo encontraba la canasta a cuentagotas (18-31, min. 13). Un atasco que contrastaba con la alegría de su rival, donde cualquier jugador disfrutaba del lanzamiento a canasta.
La reacción local llegó de la mano de su juego interior, con Dubljevic y Hamilton en estado de gracia. Fue una remontada lenta, sin parciales estridentes, que fue poco a poco comiendo terreno a los blancos hasta dejar el electrónico igualado antes de entrar en el último cuarto. El Madrid, huérfano sin el «Chacho» en su mejor versión , se encomendó a la intensidad de Nocioni, al acierto de Carroll y la seguridad de Ayón . Un trío que le sostuvo en unos últimos minutos cargados de tensión, donde Dubljevic siguió martilleando sin piedad el aro madridista.
La distancia, siempre corta, se alargó hasta los cinco puntos con un triple de Nocioni a falta de dos minutos (68-73). Cinco puntos que parecían un mundo para todos, menos para el Valencia de la fe infinita . Sato recortó distancias con un triple y Dubjlevic –siempre el balcánico– encendieron de nuevo a la grada. A partir de ese momento, los blancos se afanaron por conservar ese punto de ventaja. El intercambio de tiros libres, sin fallo por ningún bando, abocó el duelo a un último segundo sin milagros, que confirmó el pase blanco a la final.