Valencia Basket-Real Madrid
El Valencia, a un paso del sueño
Le basta un triunfo en dos partidos para ser campeón tras ganar a un gris Real Madrid
Crónica
El sueño del Valencia Basket está más cerca . Le separa del título un solo triunfo. Una victoria más que podría llegar mañana en la Fuente de San Luis o el domingo en el WiZink Center . Dos opciones que serán dos partidos a vida o muerte para el Real Madrid, que ayer cayó con justicia tras un encuentro muy errático.
La puesta en escena del Real Madrid fue buena . Conscientes de la importancia del choque, los blancos comenzaron con una gran intensidad defensiva y un acierto notable que les dio una ventaja holgada frente a un rival demasiado nervioso. El triunfo del domingo en Madrid trasladó la presión al Valencia Basket , que tardó en sacudirse la presión un cuarto y medio (21-30, min. 16).
San Emeterio, el hombre más en forma del equipo, dejó atrás los problemas en un suspiro con dos triples casi consecutivos que encendieron a la grada naranja. Un parcial de 13-2 fabricado en tres chispazos que puso por delante a su equipo por primera vez en el encuentro poco antes del descanso (36-35) . Además de la exhibición del alero, la primera parte dejó claro que en el duelo entre Ayón y Dubljevic se escondía buena parte del triunfo que había en juego y que si el Valencia se preocupaba solo por frenar a Llull al Madrid le sobraban armas para hacerle daño, como habían demostrado Doncic (11 puntos hasta entonces) o Rudy Fernández (5).
El factor Dubljevic
Acunado por la Fuente de San Luis, el Valencia salió a comerse el partido tras el descanso . Lo hizo apoyado en Dubljevic, imparable para la defensa interior del Real Madrid, que lo mismo perforaba el aro blanco que asistía para las canastas de sus compañeros. Fue Will Thomas (16 puntos) el que más se aprovechó de esa superioridad que desarboló al campeón en el tercer cuarto (59-49, min. 29).
Sin saberlo, se habían puesto los cimientos de la victoria , ya que no hubo reacción por parte de un Real Madrid incapaz de frenar el ataque naranja. La distancia creció hasta sonrojar a los blancos, obligados ahora a ganar el viernes para no dejar escapar el título.