Tenerife y Burgos, dos rebeldes para inaugurar la Copa

Sin público no habrá fiesta del baloncesto . Una afirmación tan rotunda como real, pues la Copa del Rey , que inicia hoy su edición número 85 en el WiZink Center de Madrid , siempre se ha caracterizado por aglutinar el bullicio de unas aficiones que se sienten el centro del universo, aunque solo sea por un fin de semana. La fricción de las zapatillas sobre el parquet armonizará las veladas de este año. También la competitividad inherente a un formato delicioso. Sobre estas bases abrirán el telón el Lenovo Tenerife y el San Pablo Burgos , dos organizaciones al alza en los últimos años que se enfrentan esta tarde (18:30, #Vamos) por ser el primer semifinalista de un torneo dominado en los últimos años por los dos gigantes del baloncesto español.

A pocas hora de su inicio, la Copa del Rey la monopoliza la llegada del Barça de Mirotic y Jasikevicius , brillantes líderes de la Euroliga. También el Madrid de Laso, algo huérfano esta temporada desde la marcha de Campazzo a la NBA, pese a que manda con autoridad en la ACB. Entre ambos han ganado las últimas siete ediciones del torneo del K.O, cinco para los blancos, dos para los catalanes. Sin embargo, en la actual temporada, solo hay un campeón reciente dentro de nuestras fronteras. Ese es el San Pablo Burgos, que el pasado domingo conquistó la Copa Intercontinental en Buenos Aires . Una victoria revalorizada por la hasta ahora humilde trayectoria del club castellano, pues hace solo cinco años competía en LEB Oro. Joan Peñarroya , técnico del San Pablo desde 2019, es uno de los principales responsables de la euforia que transita por la entidad. «Este año, ningún equipo lleva dos títulos (también ganaron la Champions en octubre). Vamos a dar importancia a este trofeo que nos llevamos para Burgos», recitaba el catalán desde la capital argentina.

«Jugaremos contra un rival con la moral muy alta. La gente dice que la eliminatoria más igualada es el Real Madrid-Valencia, pero en realidad la más apretada es la nuestra», asegura Félix Hernández , presidente durante los últimos 16 años del Lenovo Tenerife. Recién aterrizado en Madrid con la expedición canaria (por ayer) y tras apurar la comida, atiende a ABC antes del partido contra el Burgos. « No hay una ciencia exacta en la Copa , eso es lo bonito. Por cómo está montado el tema, es muy difícil competir con proyectos tan grandes como el Barcelona o el Madrid en una liga, pero en un formato tan rápido como este, puede pasar cualquier cosa », augura Hernández. Inevitable es el cómo afectará la ausencia de público a un torneo que precisamente se caracteriza por su presencia. «Pese a que es una pena, lo bueno es que ya estamos acostumbrados. Tenemos el precedente de la final de la ACB en Valencia el año pasado. Pero sí, una Copa sin el conjunto de aficiones no es lo mismo», expone el canario.

La última vez que el Lenovo Tenerife y el San Pablo Burgos se enfrentaron en Canarias el pasado diciembre, los locales consiguieron victoria (85-79), en buena parte, por los 21 puntos y seis asistencias de Marcelinho Huertas . El incombustible base brasileño de 37 años se ha convertido en toda una institución en Tenerife tras pasar por equipos como el Barcelona o Los Ángeles Lakers. «Tenemos un buen equilibrio entre jóvenes y veteranos. Pero Marceliño es el que lo rompe, en el buen sentido. Todos en el equipo lo respetan mucho, nos da experiencia. Además, se cuida mucho», explica Hernández del jugador, que ostenta el récord de asistencias de la historia de la Copa del Rey (117).

Hablar de estos dos equipos es hacerlo de puntos. Ningún otro competidor de la ACB anota más de media por encuentro que ellos. También de jugadores dominantes, como el pívot georgiano del Tenerife, Giorgi Shermadini , y sus 17 tantos por partido. Solo el estado físico de Alex Renfroe, base del Burgos y por lo tato duda para mañana, enturbia la previa de un partido necesitado. Porque, pese las condiciones, la Copa ya esta aquí.