NBA
¿Es seguro ver el deporte en primera fila?
La brutal caída de LeBron James sobre una espectadora pone en entredicho los asientos más privilegiados
Son los lugares más especiales de los pabellons de baloncesto y hockey hielo o de los estadios de béisbol y fútbol americano. Situados a pie de cancha, suelen ser los aficionados más famosos los que hacen uso de estas plazas tan codiciadas, por las que se llegan a pagar cifras desorbitantes en función del encuentro. Asientos al alcance de unos pocos, que permiten seguir el juego tan de cerca que, en ocasiones, acaban costando un disgusto.
El brutal choque de LeBron James con Ellie Day -la mujer del golfista americano Jason Day- acabó con la mujer rumbo al hospital, lo que ha puesto sobre la mesa la idoneidad de este tipo de asientos. En otros deportes, como el béisbol o el hockey hielo, se han extremado las medidas de seguridad en los sitios más cercanos al juego. Este verano, la MLB obligó a colocar redes de protección en algunas zonas del campo después de que varios espectadores hubieran sido golpeados con bolas y bates procedentes del terreno de juego.
En el caso del hockey hielo fue una desgracia lo que hizo cambiar las normas de seguridad. La muerte de un joven espectador golpeado por la pastilla durante un encuentro en 2002 aumentó las medidas de protección en todos los pabellones de la NHL, aunque en el caso del baloncesto no queda claro cómo se podría mejorar la seguridad.
Para las franquicias, estos asientos son una gran fuente de ingresos, así que eliminarlos no es una solución. «Es algo que siempre me preocupa, porque estamos hablando de jugadores muy físicos y que actuan a una gran velocidad», señalaba David Blatt , el técnicos de los Cavaliers, tras el incidente protagonizado por James.
La NBA decidió hace unos meses eliminar una parte de los fotógrafos situados debajo de la canasta para evitar contactos innecesarios.
Para LeBron , tener a los espectadores tan cerca no es un problema, aunque cada vez es más habitual los choques entre jugadores y aficionados durante los partidos. «Estar ahí es una gran experiencia para nuestros fans. No es algo que pase muy a menudo y normalmente el daño es mínimo. Si yo fuera uno de ellos, me encantaría seguir ahí el partido», asumía el jugador.