Baloncesto
Santi Aldama, la gran joya española que jugará en la NBA
De familia de jugadores y madurado a medio camino entre Canarias y EE.UU, es el gran proyecto nacional y jugará en los Memphis Grizzlies la próxima temporada
![Aldama, durante un partido la temporada pasada con la universidad de Maryland](https://s2.abcstatics.com/media/deportes/2021/07/30/aldama-kAkH--1248x698@abc.jpg)
Pese a que en el deporte se tiende a sobrerreaccionar con hasta el más mínimo detalle, Santi Aldama (Las Palmas de Gran Canaria, 2001) ya ha hecho historia en la NBA con tan solo 20 años. El isleño, tras ser elegido por los Memphis Grizzlies como número 30 del Draft, es el primer español que accede a la competición desde la universidad estadounidense y no desde las ligas europeas. Pese a ser un desconocido para el público medio, el canario de 20 años saltó a la primera línea mediática cuando, a mediados del pasado marzo, anunció que tras dos años jugando en la universidad de Loyola (Maryland) tenía intención de jugar en la NBA. En la pasada madrugada se cerró el prólogo de su meteórica carrera y puso el último apéndice a una lista que comenzó a construirse en 1985, cuando Fernando Martín decidió que los españoles también tenían hueco en la mejor competición de baloncesto del planeta.
Alto, intuitivo, talentoso y con la «cabeza muy bien amueblada», como le describen compañeros y entrenadores, Aldama puede considerarse el gran proyecto del baloncesto nacional. Que Aldama (2.11 metros) haya llamado la atención a ambos lados del Atlántico no es casualidad, es la culminación de un proceso que empezó seguramente antes de su nacimiento. Su padre, Santiago Aldama, fue un jugador profesional con una carrera de 26 años a sus espaldas y uno de los integrantes habituales de la selección española en la década de los 90. Su tío, Santi Toledo, también ha dedicado buena parte de su vida a la canasta. «Su talento es innato pero el haber tenido una buena familia le ha ayudado mucho, siempre ha estado muy bien aconsejado», reconoce a ABC Santi López , director general del equipo de la escuela Canterbury de Gran Canaria, un hombre que ha visto la evolución sobre el parquet de Aldama desde los tres años hasta que decidió migrar a Estados Unidos con 18. El canario, entre sus peculiaridades, nunca ha tenido agente (toda una anomalía) y ha desarrollado su talento en su escuela pese a que, como reconoce López, siempre ha tenido ofertas de los grandes clubes de España, como Barça y Real Madrid. «No se fue porque aquí lo tenía todo: familia, amigos y para él compaginar lo académico (estudia en la facultad de empresariales en Maryland) y lo deportivo siempre fue muy determinante, algo que el sistema español no te permite y el de allí sí. De hecho, en Loyola tiene las mejores notas de todo el equipo».
En su última temporada en Loyola, Aldama ha cosechado las impresionantes estadísticas de 21 puntos y 10 rebotes por encuentro. Además, es el primer jugador en la historia del equipo que consigue 30 puntos y 20 rebotes en un único partido. Unos números que, por otra parte, no sorprenden a López. Como narra el también entrenador, desde que era pequeño Aldama era muy coordinado y siempre fue enfocado a jugar de base pese a que «era el niño más alto». Se buscaba lo multidisciplinar, no cerrarle ninguna puerta a su talento. «Es un exterior que juega de interior y no al revés, algo que aún se aprecia si ves sus partidos en Estados Unidos».
«El mejor de largo»
Tampoco se sobresalta con el éxito de Aldama Javier García, jugador del Zaragoza y que compartió vestuario con el canario en las categorías inferiores de la selección española. « E n 2013 ya era un nombre conocido en el mundillo aunque tampoco destaca mucho en un principio. Pero de repente un verano que jugábamos un torneo de basket en 2013 llegó muy alto y muy fuerte (creció tanto en infantil que tuvo que dejar de jugar una temporada por dolores en las rodillas) y fue ahí cuando empezó a ser dominante. Su talento no tiene techo, jugar con él es muy fácil, una maravilla», explica el jugador maño a ABC, que guarda en su memoria el Eurobasket juvenil de 2018, donde Aldama «fue el mejor de largo».
«Mi meta es llegar a la NBA, pero eso solo llega con trabajo», reconoció el jugador hace unos meses a este diario. Una afirmación rotunda, que finalmente se ha cumplido, que encaja como un guante con la mentalidad deportiva y emocional que ha desarrollado en su carrera. «Nunca ha sido un jugador de exteriorizar lo que le pasa por la cabeza, aunque ahora sí que lo hace más», asegura López. García, por su parte, explica que sí que nota un Aldama en la pista y otro fuera de ella. «Como es tan buena persona y tan humilde sí que se transforma con el balón en las manos . Es perseverancia sobre la pista. Aunque haya metido treinta no va a frenar».
Ya no hay vuelta atrás. Tras unos meses de dura preparación, entre exámenes de la facultad y el sudor en la cancha, Aldama jugará la próxima temporada en la NBA en una franquicia con buen tacto para los españoles (los Gasol y Navarro pasaron por sus filas). López lo ve preparado: «Este año ha podido lucirse porque juega con un equipo con repercusión mediática. ¿Cuántos jugadores de su altura hacen todo lo que hace él? Ninguno. Estoy seguro de que puede triunfar con su forma de jugar en la NBA».