Baloncesto
Sacramento, la ciudad maldita de la NBA
Los Kings se quedan por decimosexto año consecutivo sin los playoffs, la racha más negativa de la historia de la competición y la segunda peor en la actualidad del deporte estadounidense
En una liga con ciclos cortos como la NBA, donde un equipo puede pasar de las cloacas a la burguesía en unas temporadas si las cosas se hacen bien, los Sacramento Kings se han ganado a pulso el sobrenombre de proyecto maldito, Titanic infinito si se prefiere. Los californianos, tras perder en la madrugada del domingo al lunes contra los Golden State Warriors (90-109), certificaron un temporada más su ausencia de los playoffs y marcaron un nuevo hito en lo que a malos resultados se refiere: por decimosexto año consecutivo no estarán en la carrera por el título, la peor racha de la historia de la NBA y la segunda peor de Estados Unidos en la actualidad, solo superados por los Seattle Mariners de la liga de béisbol (MLB), que llevan 20 años sin opciones de gloria.
Es difícil encontrar una única razón para justificar la mala praxis de los Kings, un conjunto que a principios de siglo tuvo contra las cuerdas a los todopoderosos Lakers de Shaquille O'Neal y Kobe Bryant en las finales de la conferencia oeste y que hoy no encuentran una buena noticia ni de casualidad.
Desde 2006, por su banquillo han pasado 12 entrenadores, algunos con renombre como Paul Westphal (llegó a las finales de la NBA 1992 con los Phoenix Suns), George Karl o Michael Malone (actual técnico de los Denver Nuggets), y ninguno de ellos acabó ni tan siquiera con un récord positivo de victorias la temporada regular . En lo deportivo se ha intentado de todo, desde equipos de veteranos a escuadras formadas por jóvenes promesas, y una mezcla de ambas. Nada ha funcionado e incluso a la hora de seleccionar talento en el draft, la cosa no ha ido mucho mejor.
Siempre quedará en la memoria de los aficionados de los Kings cómo la dirección deportiva, comandada por Vlade Divac en 2019, eligió a Marvin Bagley por delante de Luka Doncic . Blagley, tras incontables roces con la franquicia, fue traspasado a los Pistons a mitad de la campaña pasada y el esloveno es uno de los mejores jugadores de la liga. Divac se marchó del equipo poco después. «Es difícil, pero mucho tiene que ver con la estabilidad. Desde que llegué a Sacramento, tan solo quedamos yo y (De'Aaron) Fox. Somos las únicas dos personas en toda la organización que estamos todavía aquí, y llevo cuatro temporadas», declaró el alero Harrison Barnes tras la derrota ante los Warriors.
La ciudad de las vacas
Las maldiciones, la mala suerte... Los Sacramento Kings, campeones en 1951, siempre han tenido problemas. En 2002, con jugadores de la talla de Mike Bibby, Peja Stojakovic, Chris Webber y el ya mencionado Divac entre sus filas, estuvieron a punto de vencer a los Lakers. Tal fue la presión que ejercieron durante esas eliminatorias a los angelinos que incluso su entrenador, el mítico Phill Jackkson , perdió su templanza habitual y llamó a Sacramento «la ciudad de las vacas», la «semicivilización», una burla debida a que la gran industria de la capital de California es la ganadería.
La eliminatoria, considerada como una de las mejores de todos los tiempos, se fue hasta los siete partidos (4-3 para los Lakers), los últimos cuatro se decidieron en los últimos segundos y algunos de ellos sobre la bocina, con tiros tan emblemáticos como el de Robert Horry. Pero fue el sexto el que edificó la mitología maldita de los Kings. En él, con la eliminatoria 3-2 a favor de los de la capital, el arbitraje se mostró muy a favor de los Lakers, que llegaron a tirar hasta 27 tiros libres en el último cuarto . «Jugué un partido en el que pasaron cosas muy extrañas, sé lo que sucedió, estoy seguro», deslizó Webber hace unos años sobre un supuesto amaño.