Real Madrid-Herbalife Gran Canaria
La orquesta de Laso sigue afinada
El Real Madrid, dirigido con acierto por el técnico en medio del silencio, suma su primera victoria en Valencia
Crónica
Es Laso un entrenador detallista, obsesionado con no dejar nada al azar. Reconoce que dedica demasiado tiempo al baloncesto y que muchas veces le cuesta desconectar. No lo ha hecho durante esta cuarentena, en la que ha dedicado muchas horas a supervisar el trabajo de sus jugadores y a la confección del equipo. Por eso, antes de aterrizar en Valencia, el Real Madrid ya había hecho los deberes . Las renovaciones de Carroll y Thompkins dejaban el equipo listo para la próxima temporada y mandaban un mensaje de tranquilidad y confianza al vestuario. La continuidad ha sido una de los argumentos principales del técnico desde que cogió los mandos del equipo blanco y solo así se entiende que el arranque de torneo del campeón después de tres meses de parón fuera tan brutal. Exhibición colectiva que encarrilló la victoria muy pronto y que permitió al vasco repartir los minutos como había previsto en su hoja de ruta.
En la cancha, Laso fue el sexto hombre . Feliz en el silencio ambiental, pues podía dirigir al dedillo a sus fichas. «¡Bien, bien, bien! Sigue ahí, Jaycee...» . Los gritos del vasco resonaban en la Fonteta y marcaban el devenir del partido. Instrucciones precisas y hasta algún enfado. Los menos, pues su equipo comenzó arrollando, como si el parón por el coronavirus no hubiera existido.
No se había acabado el primer cuarto y el Madrid había sumado ya 37 puntos, incluidos ocho triples en once intentos. Un vendaval ante el que nada podía hacer el Gran Canaria, desbordado por la voracidad de su rival. Laprovittola, titular , había sumado los primeros ocho puntos de los blancos, exhibición fugaz a la que se sumaron Randolph -con tres triples casi consecutivos- y Llull. Al base, que confesaba en una entrevista durante la cuarentena que apenas había entrenado en casa, no se le notó esa inactividad y se destapó con una de esas actuaciones eléctricas que resultan imparables. Pim, pam, pum. Fogonazos que le llevaron al banquillo con 14 puntos en apenas siete minutos de juego (49-31, min. 15).
Emergió entonces Costello como salvavidas para un Gran Canaria que boqueaba a punto de hundirse . El rescate del pívot (24 puntos al descanso) permitió a los amarillos irse al descanso a solo diez puntos (58-48), aunque la diferencia sobre la pista parecía más grande. Tardó en abrirse la brecha porque el Madrid se tomó un respiro tratando de no gastar energías. En ese sesteo ofensivo del tercer cuarto –solo cuatro puntos en siete minutos– fue la defensa la que sostuvo el empuje canario, derribado con violencia en el último tramo del encuentro, en el queLlull y Carroll volvieron a liderar el ataque del campeón (85-69, min. 37).
Apesar de la diferencia, Laso no rebajó su intensidad . Seguía exprimiendo a sus jugadores desde la banda. Feliz por ver a su orquesta afinada. Contento por un regreso tan contundente que encarrila el pase a semifinales.