Real Madrid - Efes
Larkin ahonda el socavón del Real Madrid
El base americano del Efes (32 puntos) provoca la cuarta derrota consecutiva de los blancos
Crónica
Después de tres derrotas consecutivas, el Real Madrid necesitaba recuperar sus mejores sensaciones y la visita del líder no ayudaba a esa tarea. El granítico Efes de Ataman y Larkin llegaba sin Micic, pero aún así era un conjunto temible, capaz de ganar en cualquier cancha, incluida la del WiZink Center, inexpugnable desde abril en la Euroliga. La misión era complicada, pero los tropiezos recientes y la magnitud del rival ejercieron su efecto motivador desde el primer minuto.
Salió eléctrico el Real Madrid , comandado por un buen Campazzo, que supo dirigir al equipo con acierto y, al mismo tiempo, secó a Larkin. Dos robos de balón pusieron en guardia al americano, al que no le pudo la ansiedad. Al contrario. Del 14-5 se pasó a un 20-20 al final del primer cuarto. Parcial fabricado por el base del Efes, omnipresente en las acciones del equipo turco.
Se sostenía el Madrid en su intensidad. Siempre por delante los blancos hasta el último tramo del segundo cuarto. El atasco ofensivo en los minutos finales del periodo decantó la balanza del lado visitante antes del descanso (40-43).
Era la primera ventaja de los turcos en todo el partido. Delantera que mantuvieron ya hasta el final apoyados en el acierto de Larkin (32 puntos) y en la puntería exterior. Hasta Pleiss, con sus 221 centímetros de altura, sumó desde el 6,75 . Una tortura para los blancos, que nunca bajaron los brazos. Ni siquiera con el enésimo triple de Larkin , que puso ocho arriba a su equipo nada más comenzar el último cuarto (55-64, min. 31).
La reacción madridista llegó también desde el perímetro. Tres triples consecutivos con la firma de Rudy y Llull con los que se reengancharon al partido (64-67, min. 34). Rugía el Palacio, convencido por entonces que la victoria era posible. No contaban con el último arreón del genio americano. Un Larkin que aún tenía reservadas varias canastas más. De nada sirvieron los tapones de Tavares (3 consecutivos) ni el pundonor defensivo de Campazzo y Rudy . Nada bastaba para secar el talento inmenso de Larkin. El sempiterno MVP de la competición, que ante los blancos alargó su dominio en la Euroliga y, de paso, ahondó el socavón de los blancos.