Real Madrid-Brose
Camino de espinas hacia la Final Four
La inesperada derrota del Olympiacos deja al Madrid sin factor cancha a favor en cuartos de final, donde se las verá con el Panathinaikos
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Crónica
La decepción se había vivido en el vestuario, a donde llegó la noticia poco antes del inicio del partido ante el Brose Bamberg . Cuando salieron a la cancha para calentar, los jugadores del Real Madrid ya sabían que el Olympiacos había perdido y que no tenían opciones de ser cuartos . El factor cancha para los playoffs se había esfumado de manera involuntaria con una derrota ajena, inesperada y envuelta en extrañas circunstancias. Porque los griegos, que ganaban por 16 puntos en el tercer cuarto, terminaron cediendo en la prórroga ante un Zalgiris que nada se jugaba. Un mazazo que relegaba al Madrid a la quinta plaza y que solo dejaba a los blancos el «privilegio» de elegir rival en cuartos de final. Un triunfo le llevaría a enfrentarse con el Panathinaikos ; una derrota, ante el Olympiacos. Ambas eliminatorias con un desenlace a domicilio, lejos del WiZink Center, cuyo ambiente era ayer muy desangelado. Contagiado, quizá, de la decepción que había supuesto el reciente triunfo del Zalgiris.
El desenlace de esta última jornada le habrá servido a Laso para desengañarse. El técnico blanco, que en la previa decía que confiaba en el «fair play» de todos los equipos, comprobó cómo la honestidad cuestionada de alguno de sus rivales había dejado a su equipo sin el premio por el que tanto había peleado. Un factor cancha que, estadísticamente, decide eliminatorias y contra el que también tendrán que luchar los blancos si quieren estar a mediados de mayo en el Kombank Arena de Belgrado disputando la Final Four . Un escollo más dentro de una temporada cargada de altibajos, que tiene en esa final europea el salvavidas preferido para reflotar la temporada.
La rabia contenida del vestuario blanco se transformó en una salida fugaz de los blancos. Randolph encarnó esa furia con dos mates consecutivos celebrados con una intensidad desconocida en el americano , omnipresente en esos primeros minutos en los que los primeros once puntos del Madrid salieron de sus manos. No se arrugó el Brose, que nada tenía que perder en el envite. Los alemanes se unieron a la fiesta y convirtieron el choque en un ir y venir con acciones espectaculares. Canastas de todos los colores propiciadas, en buena medida, por la falta de tensión de unos y otros. Los altos porcentajes al descanso y el alto número de triples (14 entre los dos equipos) reflejaban esa ausencia de intensidad defensiva, que tuvo continuación tras el descanso (53-50).
Descanso para Tavares
Sin apenas alicientes en el partido, Laso optó por dejar a su «gigante» en el banquillo. El esguince de tobillo que arrastra desde el último encuentro aconsejaba prudencia y el técnico no quiso arriesgar pensando en el futuro. De hecho, al Madrid le bastó con apretar un poco los dientes en el tercer cuarto para dejar el choque visto para sentencia (80-65, min. 29) y encargar un duelo ante el Panathinaikos en cuartos de final.
Un duelo cargado de tensión , que comenzará el próximo 17 o 18 de abril, y para el que Laso espera recuperar al propio Tavares y a Campazzo, cuya lesión de rodilla tiene algo preocupado al vestuario blanco. La baja del argentino coincide con el último tramo de recuperación de Llull , que, según confirmó Laso, podría reaparecer ya en cualquier momento. Incluso en estos cuartos que han puesto la Final Four cuesta arriba para el Real Madrid.