Real Madrid-Baskonia
El Baskonia toma el Palacio y da un paso de gigante hacia el título
Derrota en el primer partido de la final ACB al Real Madrid, que deberá ganar al menos un duelo en Vitoria si quiere ser campeón
Crónica
El Baskonia dio la campanada en el primer duelo de la final de la Liga Endesa al lograr la victoria en el WiZink Center , donde el Real Madrid solo había perdido este año en la ACB frente al Barcelona. Un triunfo valioso, cimentado en la defensa, que le hace soñar con el título y que obliga al conjunto blanco a ganar al menos un partido en Vitoria.
Hacía 13 años que Real Madrid y Baskonia no se veían las caras en una final de la ACB. Trece temporadas de aquel triple mágico de Herreros que sellaba uno de los desenlaces más recordados de la liga española. Triunfo madridista que, a pesar del tiempo, sigue recordándose con dolor en Vitoria. Solo Felipe Reyes , que ayer celebraba haberse convertido en el jugador con más partidos en la ACB, se mantiene en activo de aquel duelo de leyenda, pero aún así el duelo entre madridistas y azulgranas olía ayer a revancha.
La puesta en escena de ambos equipos fue intensa. La mejor defensa de la postemporada, la del Baskonia, tomó ventaja en esos instantes iniciales sobre el mejor ataque. Al Madrid le costaba encontrar el aro visitante y solo lo encontraba por medio de Tavares . El gigante de Cabo Verde era inabarcable en la zona, incapaz Pedro Martínez de encontrar un antídoto para frenarle (8 puntos y 3 rebotes en el primer cuarto). Aún así, sufría el Madrid con la intensidad del Baskonia, certero en el lanzamiento y muy centrado atrás (17-21, min. 11).
El descanso de Tavares dejó vía libre a los hombres altos del Baskonia. Fue Poirier el que mejor lo aprovechó y en sus manos creció un parcial que hizo ondear la bandera blanca en el banquillo madridista (24-31, min. 14). Vildoza, muy cargado de faltas, ejecutaba a la perfección el plan de Pedro Martínez , que parece tenerle cogida la medida al Real Madrid. El técnico, campeón el año pasado con el Valencia, ha hecho crecer al Baskonia desde que se hizo cargo del equipo hace unos meses y ayer demostró que su obra en Vitoria está ya tan madura como para acercarse al título.
La reacción blanca la lideró Felipe Reyes, cuya aparición fugaz revitalizó a su equipo para que llegara con aire al descanso (39-39). Rumbo a los vestuarios, los jugadores blancos tenían claro ya que el camino en esta final no iba a ser sencillo y la salida en tromba de los vascos tras el descanso se lo confirmó.
La esperanza de Carroll
Dos triples de Voigtmann devolvieron la iniciativa al Baskonia, cómodo en ataque. Se jugaba al ritmo que marcaba Martínez desde el banquillo azulgrana. Como un director de orquesta que marca lostiempos con su batuta. El Real Madrid sacó la cabeza del fango en uno de esos ataques de locura e inspiración tan habituales. Fogonazos de genialidad que sirven para tumbar a su rival. Esta vez, el parcial de 7-0 le sirvió para tomar la delantera, pero no para derribar la resistencia del Baskonia (50-49), equipo rocoso y aguerrido.
Los vitorianos mantuvieron el tipo. Agazapados a la espera de su oportunidad. Fueron Beaubois y Janning los que pusieron contra las cuerdas al Madrid, que llegó al último cuarto con una distancia qabismal (58-67). Los blancos se subieron a la inspiración de Carroll para enjugar la diferencia en un pis pas. Los once puntos del americano pusieron patas arriba el partido. Todo el trabajo del Baskonia tirado por la borda (82-79, min. 38). Cualquier otro equipo habría tirado la toalla, pero no este conjunto cincelado por Pedro Martínez, que se sostuvo en el aplomo de Shengelia y el descaro de Vildoza . El argentino, de solo 22 años, dio una clase magistral de manejo en los últimos instantes, fabricando un parcial de 11-2 que sentenció el primer duelo de la final.