Real Madrid-Valencia Basket
Rudy Fernández se exhibe para dar ventaja al Real Madrid
El balear recupera su mejor versión y es clave en el primer triunfo blanco de la final ante un gran Valencia Basket
Crónica
Era el primer partido de la final, pero el ambiente estaba cargado entre ambos equipos. Había muchas guerras pendientes . Batallas recientes que habían dejado heridas abiertas, casi todas en el Valencia Basket, derrotado en los tres duelos de la temporada, incluida la final de Copa decidida en el último suspiro. El factor cancha, a favor del Real Madrid, situaba este primer cara a cara en el Palacio aunque bastaron unos minutos para dejar claro que ese no iba a ser un factor determinante en la serie.
Las miradas estaban puestas en Llull y San Emeterio , pero el protagonismo inicial se lo llevaron Rudy Fernández y Sikma. Ambos, llamados a ser referentes dentro de sus equipos, llevaban unas semanas grises. Cumpliendo más en la parcela defensiva que en el aro contrario, aunque anoche asumieron la responsabilidad ofensiva. El balear sumó ocho puntos en el primer cuarto (que fueron 19 al final del partido), recordando su mejor versión justo en el momento más importante. Sonrió Rudy después de muchos partidos y esa es la peor noticia para sus rivales. El empuje del alero madridista lo enjugó Luke Sikma . El pívot se aprovechó de la visión de juego de Diot (9 asistencias), cuyos pases encontraban en él un brazo amigo en cada acción de ataque del Valencia. Sin Vives al nivel –renqueante aún por su lesión en el tobillo–, el francés es clave para el devenir de la eliminatoria.
El primer tiempo muerto del partido lo pidió Laso después de una canasta de Oriola que ponía al Valencia seis arriba (12-18, min. 7). «Estáis andando. Vais andando de un lado para otro y hace falta correr para ganar este partido» , espetó el técnico, cuyo diagnóstico fue tan acertado que su equipo no tardó en darle la vuelta al marcador. Taylor (10 puntos en el segundo cuarto) y Reyes fueron los artífices del parcial que llevó al Real Madrid a mandar por ocho puntos (43-35, min. 18), aunque el empuje final de Dubljevic y Rafa Martínez dejó todo igualado antes del descanso.
La intensidad se elevó en el tercer cuarto y eso hizo que las cada canasta fuera aún más valiosa. Llull y San Emeterio, agazapados en la primera mitad, exigieron su cuota de protagonismo y con ellos fue elevándose el nivel del encuentro. El aspirante respondía sin dudar a cada arreón blanco, lo que llevó el choque igualado a los últimos cuatro minutos (78-78).
Ahí fue cuando emergió la fe y la casta del campeón. El espíritu feroz que ha llevado a este Real Madrid a dominar el baloncesto nacional en los últimos seis años. Un parcial de 7-0 (85-78) que ya fue incostestable para el Valencia. Otra herida más con la que lidiar en esta final que comienza teñida de blanco, pero que aún tiene resultado incierto.