Real Madrid - Villeurbanne
Victoria sufrida para el Real Madrid
Crónica
En la hoja de ruta para construir una estrella hay que pagar ciertos peajes. Lo sabe Laso -con él han debutado ya trece canteranos del Real Madrid-, que ante el Villeurbanne le dio la titularidad conjunta a Garuba y Nakic a sabiendas del peligro que suponía, pero con la certeza de que esos minutos serán una lección imborrable para el futuro de los dos jóvenes de la plantilla blanca. Como era de esperar, lo pagó el conjunto blanco, lastrado por los nervios de sus dos jóvenes talentos, a los que el equipo galo buscó descaradamente en ataque. La bisoñez blanca se tradujo en un 12-0 que llevó a ambos al banquillo. Frustrado Nakic; y entre lágrimas Garuba . Impotencia que les servirá de aprendizaje, pero que obligó al Madrid a un esfuerzo adicional para igualar el marcador (14-25, min. 11).
Sin ellos en cancha, fue Rudy el que lideró la remontada desde la defensa. El balear se alió con Tavares para sellar el aro, mientras Thompkins y Causeur cimentaban un parcial de 17-2 que devolvía el mando a los blancos en medio de un ambiente gélido en el Palacio, lejos del lleno (31-27, min. 17). La remontada no tumbó a los galos, cuya resistencia se alargó más allá del descanso. Le falta talento al Villeurbanne, pero le sobra descaro, lo que convirtió el partido en una pequeña pesadilla para el Madrid.
Enfado de Campazzo
Los galos retomaron la delantera gracias a su actividad defensiva y a su buena selección del lanzamiento. Sufría el Madrid, que solo mejoró tras una polémica falta a Campazzo. El argentino se marchó enfadado al banquillo con tres personales y de su enojó nació la reacción furibunda de los blancos, personificada en un Carroll magnífico autor de 19 puntos (51-48, min. 25).
Cualquier otro equipo habría sacado bandera blanca, pero no este Villeurbanne de la fe infinita que se subió al descaro de Strazel (17 años) para alargar su ventaja con once puntos consecutivos (51-59, min 27).
Pidió tiempo Laso, que le dio la opción a Garuba para enjugarse las lágrimas. El pívot, un desastre en el inicio, se rehízo y contribuyó a la remontada final de los blancos, en la que Laprovittola -9 puntos casi consecutivos- tuvo una importancia capital (74-65, min. 32). Le funcionaba todo al Real Madrid, que apenas pasó apuros en los instantes finales. Minutos que disfrutó Garuba como ningún otro. Un triple, un mate... ni rastro de las lágrimas. Lección aprendida para el joven de 17 años. Victoria que acerca el factor cancha en cuartos para el Madrid.