Campeón de la Euroliga
El Real Madrid, rey de Europa, caza la Décima
Colosal victoria de los blancos, que superaron al Fenerbahçe en medio de un ambiente infernal con un Luka Doncic desbocado, elegido MVP
Crónica
La Décima dejó de ser un sueño para convertirse en realidad . El Real Madrid recuperó la corona perdida hace tres años y lo hizo derrotando al Fenerbahçe, su ogro en las últimas dos temporadas . Fue triunfo inmenso, conseguido en terreno enemigo, donde los blancos sacaron a relucir su carácter para reclamar la gloria perdida. Doncic fue el guía de un éxito cincelado por los triples de Causeur y que Tavares selló con su interminable figura . Muro defensivo contra el que se estrellaron los turcos, incapaces de contener la ambición orgullosa del Real Madrid, que vuelve a ser el Rey de Europa.
Una pancarta en uno de los fondos del Stark Arena daba la bienvenida a Obradovic. «Papá está en casa», rezaba el cartelón, teñido de amarillo como el resto del pabellón. Porque Belgrado era estos días una sucursal de Estambul , donde el color del Fenerbahçe brillaba por encima de todos los demás. Ambiente infernal para un Real Madrid que esta vez no se dejó sorprender por su rival en el inicio y que capeó la intensidad turca en esos primeros minutos asido al talento de Luka Doncic . El esloveno llevaba tiempo pensando en esta final y fue él el encargado de sostener a su equipo ante la avalancha amarilla. No se escondió el diamante rubio, autor de los primeros seis puntos del Madrid. Sufrían los blancos en defensa, superados en la pintura por un sorprendente Ahmet. Solo las faltas personales del pívot turco y de su compañero Vesely aliviaron a los blancos en esos compases iniciales (6-11, min. 5).
Una pesadilla llamada Melli
Fue la entrada de Llull y Rudy Fernández lo que revolucionó al conjunto español . Ambos lideraron un parcial de 14-2 que silenció momentáneamente a la grada turca. Ventaja fabricada en el perímetro, por donde el Madrid encontró un agujero para derribar la resistencia del Fenerbahçe (25-17, min. 11). Obradovic frenó la sangría y a la vuelta del tiempo muerto puso en cancha a Melli y Sloukas. El griego serenó los ánimos desde la experiencia -seis finales en los últimos siete años- y el italiano se convirtió en la peor pesadilla para el Real Madrid anotando once puntos casi consecutivos que equilibraron de nuevo el marcador (31-30) con medio cuarto aún por jugarse.
La remontada turca, además del talento de Melli, había encontrado un aliado en la bula arbitral. La intensidad defensiva amarilla no encontraba castigo y por ahí se fue desinflando el Real Madrid hasta llegar boqueando al descanso (38-40). Felipe Reyes, titular otra vez en la final, marcó el camino de los blancos con su pelea bajo los aros y la puntería de Causeur en el perímetro devolvió la iniciativa a su equipo al inicio del tercer cuarto (50-45, min. 23).
Por primera vez este año, el Madrid se encontraba cómodo en el fango y sacaba ventaja en un duelo enredado, donde cada balón se peleaba como si fuera el último. En esa pelea, el Fenerbahçe encontró a Melli como único sustento ofensivo. Grande el italiano, cuya actuación de ensueño no tuvo el premio deseado para él. Para frenarle, Laso puso en pista todo su arsenal defensivo, pero no había manera. Tocaba aguantar el chaparrón y hacer daño por otro sitio. Para eso, entró Tavares, cuya figura inmensa obligó al Fenerbahçe a pensar dos veces antes de tirar a canasta . Bajo su amparo, el Madrid fue creciendo hasta ponerse once arriba a falta de cuatro minutos con un Causeur celestial en el triple (74-63).
Era el momento de la verdad y Doncic no se asustó . El «niño maravilla» asumió la responsabilidad y manejó los hilos hasta el final, haciendo estéril el intento de remontada turca. Solo los nervios desde el tiro libre y la puntería exterior de Ali y Melli pusieron en peligro el triunfo blanco. Pero la fe y la lucha tras una temporada plagada de problemas , terminó por darle la victoria al Real Madrid. Rey de reyes. Campeón de Europa por décima vez.