Euroliga
El Real Madrid se pega un tiro en el pie
Dilapida una ventaja de 19 puntos en diez minutos fatídicos que le complican mucho el pase a la Final Four, que se jugará ante el Maccabi o el Efes
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Crónica
Aunque había hecho parte de los deberes hace tiempo, el duelo ante el Bayern escondía una importancia mayúscula para un Real Madrid alicaído que llegaba con el factor cancha asegurado para cuartos de final, pero que no tenía aún rival definido para esos playoffs. Ganar significaba medirse al Mónaco –un rival asequible–, así que tocaba despejar las dudas después de tres meses subido a la montaña rusa. No lo hizo el Madrid, que dilapidó una ventaja de 19 puntos en otro final fatídico que le condena a medirse al Efes o al Maccabi en cuartos de final . Una eliminatoria de playoffs que se dibuja ahora mismo como una montaña para los blancos, que además este domingo visitan al Barcelona en el clásico de la ACB.
Amaneció el partido con una ausencia inesperada, descartado Heurtel a última hora junto a Thompkins, Núñez y Alocén. El galo, que no estaba lesionado según confirmó el club a este periódico, se quedó fuera de los elegidos para medirse al Bayern en una decisión controvertida. En su lugar, Laso prefirió utilizar a Abalde como base , solución de emergencia cuando no le ha quedado otro remedio durante la temporada, pero que ayer le resultó la más idónea. Cumplió el gallego, que lo hace casi siempre, y en sus manos empezó a crecer la ventaja de los blancos.
Salió enchufado esta vez el Real Madrid, consciente de la importancia de la victoria. No había lugar para las dudas y el equipo las aparcó mecido por un acierto exterior brutal que desconectó al Bayern en el primer cuarto (24-17). Las primeras cuatro canastas de los blancos llegaron desde el triple, el gran aliado durante casi todo el encuentro. Un recurso que había sido un suplicio en los últimos encuentros y que ayer se convirtió en el mejor amigo de los madridistas durante media hora . Nueve de los doce jugadores de Laso habían anotado de tres ya antes del descanso, con mención especial para Causeur, el más acertado de todos. Un festival exterior que tuvo su éxtasis en el segundo cuarto, en el que todas las canastas blancas llegaron desde fuera del perímetro (52-34). Un espejismo que luego le pasaría factura.
La ventaja holgada no calmó los nervios en el banquillo pues era consciente Laso de los apagones habituales de su equipo . Se notaron los nervios ya en el regreso de los vestuarios, con el primer intento de remontada alemán, sofocado por el Madrid con tres triples balsámicos en el final del tercer cuarto (75-56, min. 29).
Otro apagón final
Esos 19 puntos no fueron suficientes para amarrar la victoria y, al igual que le ocurrió en Tel Aviv y Estambul hace solo unas semanas, un apagón final echó a perder el buen trabajo de la primera media hora.
De repente, la nada. Donde antes había fluidez todo dejó de funcionar. No encontraba el Madrid el aro, mientras que el Bayern anotaba con facilidad. Jaramaz (19 puntos) y DeShaun Thomas (16) parecían de repente Curry y Durant , impulsados por una defensa inexistente y los miedos del Madrid.
La alegría de los tres primeros cuartos se tornó en desesperación para los blancos, que no encontraban la forma de anotar. El parcial ( 32-7 para los alemanes ) fue creciendo ante la desesperación de Laso y la remontada se confirmó a falta de tres minutos (82-88, min. 37). Era por entonces un poema el Madrid, al que la derrota condenaba a un camino de espinas hacia la Final Four con un cruce ante el Maccabi o el Efes (los turcos serán el rival si el Maccabi no logra ganar el miércoles al Fenerbahçe en el último de los partidos aplazados de la Euroliga) . Eliminatoria que afrontará después de visitar este domingo al Barcelona en un clásico que provoca escalofríos ahora mismo en el vestuario de los madridistas.
