NBA All Star

El hombre récord del concurso de triples repudiado por la NBA

Ningún equipo quiso fichar a Craig Hodges, tres veces ganador del evento, tras sus numerosas reivindicaciones políticas para denunciar la situación de la raza negra en EE.UU.

Craig Hodges, tras ganar el concurso de triples del All Star NBAE
David Vilares

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Craig Hodges está convencido de que la NBA le dejó sin trabajo por sus ideas políticas. Era el año 1992, su contrato con los Chicago Bulls terminó y no recibió ninguna oferta de otros equipos. Tenía 32 años y había ganado los tres últimos concursos de triples, algo que solo han conseguido él y Larry Bird . Nunca más volvió a jugar en la liga.

Su último partido fue en Chicago ante los Portland Trail Blazers , el encuentro en que Michael Jordan y él ganaron su segundo título de campeón de la NBA. Hodges jugó un minuto, su cifra más baja de aquellos Playoffs, pero participó en todos los partidos del camino de los Bulls hacia el anillo. Jugaba poco y defendía mal, pero era un tirador delicioso, ideal para tener al lado de alguien que amasaba tanta atención del rival como Jordan.

Los Bulls también habían ganado el campeonato en la temporada anterior, esta vez contra Los Angeles Lakers de Magic Johnson . Antes de que empezase la final, Hodges le propuso a Magic y a Jordan hacer una protesta conjunta. Su idea era un boicot previo al partido: que los dos astros, iconos del deporte mundial y hombres de raza negra, denunciaran los problemas que sufren los afroamericanos en Estados Unidos. «Estás loco» , le respondió Jordan, según relató Hodges al « Chicago Reader ». Magic y él rechazaron tajantes su propuesta.

Unos meses después, los Bulls cumplieron con la tradición de que el presidente del país reciba a los campeones en la Casa Blanca . Hodges, en el incidente más famoso de su carrera extradeportiva, se presentó a la residencia presidencial con un «dashiki», un traje tradicional africano. La prenda era utilizada a menudo, sobre todo en los años sesenta y setenta, por personalidades de raza negra para reivindicar su papel en el país.

Hodges le quiso dar a George H. W. Bush una carta escrita por él y de ocho páginas de extensión. «Se lo dije a algunos de mis compañeros en el autobús. Estaban acostumbrados a mi franqueza política y la respuesta fue la de siempre: 'tío, estás loco'». El documento decía que «300 años de esclavitud han dejado a la comunidad afroamericana destrozada». «Es la hora de trazar un plan amplio para cambiar esto». En la carta, Hodges resumía sus ideas y los motivos de su lucha política; el protocolo impidió que se la entregase directamente al presidente, y no está claro si el responsable de prensa de los Bulls, a quien Hodges le confió la misión, llegó a darle la carta a su destinatario.

Son dos de las historias más conocidas de la trayectoria fuera de las canchas de Hodges, que hace unos meses publicó «Long Shot» («tiro de lejos»), un libro cuyo subtítulo explica el contenido con claridad: «los triunfos y problemas de un luchador por la libertad en la NBA». «Nunca pensé que visitar la Casa Blanca y pedirle al presidente Bush que considerase los problemas de la gente de raza negra me costaría 40 o 50 millones de dólares», confesó Hodges en una entrevista reciente con la cadena «TNT».

Sin equipo a los 32 años

«Lideraba la liga en porcentaje de triples. Había ganado los dos últimos títulos de la NBA y los tres últimos concurso de triples. ¿Y nadie puede utilizar mis servicios?». En 1996 y tras varios años en competiciones menores y ligas extranjeras para intentar volver a la NBA, Craig Hodges demandó a la liga por discriminación racial, harto de que ninguno de los 29 equipos de la competición le devolviese las llamadas a su agente. Phil Jackson , su entrenador en Chicago, dijo que le parecía raro. «Normalmente recibo al menos una llamada por cada jugador al que no renovamos. Sí, [Hodges] no podía defender, pero muchos tipos en la liga no pueden. Y no hay tantos que puedan tirar tan bien como él». Hodges perdió el pleito por una cuestión formal y la NBA siempre ha negado que hubiese cualquier tipo de veto contra él.

La agridulce reconciliación de Hodges con la NBA se produjo una década después, cuando el propio Jackson le contrató dentro de su equipo técnico en Los Angeles Lakers. Sería, cómo no, entrenador de tiro. Además de compartir con Bird el honor de ser el líder en victorias del concurso de triples, Hodges todavía mantiene dos récords del evento: nadie ha metido tantos tiros seguidos como él en el concurso (hizo 19) y nadie ha anotado tantos lanzamientos en una tanda (21).

Hodges habría sido mucho más apreciado en la NBA de hoy: nunca antes se habían lanzado tantos triples como ahora, y el acierto exterior es fundamental para cualquier equipo. Y aun así ninguno de los grandes tiradores de la actualidad ha superado todavía las marcas de Hodges en el concurso de triples, la pequeña parcela en la que la NBA todavía le recuerda como rey.

Pero el encaje de Hodges en los tiempos modernos no sería mejor solo por el juego. A Michael Jordan siempre le ha perseguido la frase «los republicanos también compran zapatillas», palabras que no está claro que pronunciara pero que han explicado su histórica reticencia a posicionarse en público sobre asuntos políticos y sociales. Y Hodges era muy crítico con esto. Tras un partido de la final contra Portland, ni más ni menos que en el momento más importante del año, reprochó a Jordan en público su silencio.

«Le preguntaron y dijo que no sabía realmente qué estaba pasando. Lo entiendo, pero eso es rajarse», le dijo a un periodista del «New York Times». «La pobreza en la ciudad es un infierno, mira a la calle. Y luego nos tienes jugando aquí: ¿cuánto dinero hemos ganado esta noche? ¿Cuántas vidas va a cambiar eso? El liderazgo en América es de los atletas y los artistas . Por eso tenemos que empezar a hablar».

Nacido en una época equivocada

Al hablar de líderes, Hodges pensaba en deportistas como Mohammed Ali , Kareem Abdul-Jabbar y Bill Russell , atletas de raza negra que desde su posición social siempre reivindicaron los derechos de su gente y la discriminación que sufría. Jordan, el icono de la era en la que jugó Hodges, obedecía a un estereotipo distinto que las estrellas de la NBA actual parecen empeñadas en borrar.

Por ejemplo, LeBron James ha tenido gestos y palabras en numerosas ocasiones cada vez que un joven de raza negra moría por los disparos de un policía. También otras estrellas de la NBA, y de hecho Chris Paul , Carmelo Anthony , Dwyane Wade y el propio James dieron un discurso sobre el tema en una entrega de premios televisada: «Ya es suficiente», era el lema. Además, numerosos jugadores, entrenadores e incluso propietarios se han posicionado con cristalina claridad contra las políticas del presidente Donald Trump .

«Cuando yo jugaba –declaraba Hodges a «TNT»–, dependía de un periodista si querías tratar un tema. Ahora no hace falta». La mezcla entre política y deporte viene con un precio que no solo Hodges conoce; Colin Kaepernick , de los San Francisco 49ers de la NFL, decidió este verano quedarse sentado cuando sonaba el himno estadounidense, señal de protesta por las diferencias entre negros y blancos. No se podría haber hablado más desde entonces del jugador, entre compañeros que han copiado su gesto y seguidores que han quemado su camiseta.

Hodges lo quiso así. «Tenemos que darnos cuenta de que tenemos un poder por estar en la posición en la que estamos», dijo a «TNT». «Creo que lo correcto era utilizar esta plataforma para intentar cambiar las cosas». 25 años después de que la NBA le despidiera sin decirle adiós, pese a todo el dinero perdido –y a que reconoce haber pasado apuros económicos en un tramo de su vida–, Hodges sigue siendo el mismo «luchador de libertad» que fue vestido con un «dashiki» a la Casa Blanca.

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