Liga Endesa
El Madrid golpea primero
Los de Laso se imponen con autoridad al Valencia pese a las bajas y ponen el 1-0 en las semifinales
Crónica
El público volvió al WiZink Center y el Real Madrid notó su presencia. Superó 81-70 a un tímido Valencia y se acerca a la final de la ACB. Garuba, Tavares y un Fabian Causeur en estado de gracia pusieron el 1-0 en la eliminatoria. El Madrid sigue compitiendo al máximo pese al aluvión de lesiones. Como ya demostraron ante el Anadulu Efes en una de las derrotas más honrosas de la historia de la Euroliga, el corazón de este equipo es infinito.
El Real Madrid es incluso más peligroso cuando está herido. Las bajas por Covid-19 de Abalde y Felipe Reyes , las lesiones musculares de Llull y Laprovittola y las ya lejanas marchas de Campazzo y Deck a la NBA, dejan al equipo blanco huérfano en estas semifinales de ACB. Pero este Madrid, siempre orgulloso, siempre consecuente, se crece en la adversidad.
No hizo falta la clásica bronca de Laso, el Madrid salió en el primer cuarto con la intensidad de las grandes citas, mordiendo al rebote y afinado desde la línea de tres. Causeur, con más minutos de lo habitual, tenía el día. La zurda francesa cargó con el peso del ataque ; Rudy y Tavares se ocuparon de la faceta defensiva, un aspecto clave para el ánimo del equipo, que desde el principio lucía exultante. El Valencia, aturdido, encajó un 25-14 en el primer cuarto.
Poco a poco, el Valencia fue entrando en la semifinal. Dubljevic , el mejor jugador visitante, anotó dos triples en el inicio del segundo cuarto y su equipo comenzó a parecerse al que había dejado en la lona a Baskonia. Kalinic , agobiado por Garuba y Tavares, no encontraba los puntos en la penetración, tampoco estaba cómodo desde los 6,25, pero su polivalencia volvió a ser esencial para los naranjas desde el pase. El Valencia apretó los dientes y llegó al descanso con el encuentro casi empatado.
Con el agujero en el puesto de base, solo Alocén estaba sano, Laso hizo debutar al decimosexto canterano bajo su estancia en el banquillo blanco. Juan Núñez , que había abandonado la concentración del filial y no estuvo en el triunfo de la Euroliga Júnior , disputó sus primeros minutos con el primer equipo. El joven exterior de 17 años estuvo tranquilo y seguro, como si hubiera jugado varios años en la élite.
Mientras tanto, el Madrid volvió a sus orígenes, a la defensa. Garuba emergió como el hombre de la segunda mitad. Agobió a Dubljevic (deben ver el tapón repetido), frenó a Labeyrie y no paró de cazar rebotes ( 12 en total). Por su parte, Causeur seguía mágico : estaba caliente, veía el aro como una piscina y Alocén lo sabía, todos los balones pasaban por el escolta de Brest, que acabó con cinco triples y 22 puntos. Otro de los jugadores recuperados para la causa es Jeff Taylor . El sueco se pareció al de campañas pretéritas y acabó con 13 puntos y 7 rebotes. Estas actuaciones, junto al siempre vital Tavares (17 puntos y 11 rebotes) y algún destello del inmortal Carroll, permitieron al Madrid llegar al final del encuentro con la tranquilidad de una victoria holgada (81-70).
El WiZink Center al fin recibió público. El aliento de 1000 personas devolvieron la alegría y la tensión al pabellón madridista. Los jugadores lo notaron: sonreían de forma diferente, como cuando sabes que te están mirando. Con la emoción de la primera vez, el Madrid regaló una exhibición en los lados de la cancha a su afición.
1-0 para el Real Madrid y la ronda viaja hacia La Fonteta. El Valencia debe escudarse en su baloncesto y en el calor de su afición; ya demostró ante Baskonia que sabe sufrir y tiene la calidad suficiente para darle la vuelta a la eliminatoria. El martes a las 21:15 en la Fonteta tendrá la ocasión de empatar la semifinal.