Liga Endesa
El Barcelona vence un colosal duelo de triples con el Betis
Crónica
El Barcelona ganó este domingo (95-100) en la cancha del Coosur Betis un partido que pasará a la historia por la plusmarca de triples (36) igualada en la Liga ACB y en el que salió vencedor el conjunto catalán gracias a la excepcional mano de Cory Higgins (8 de 11).
El parcial de 0-12 que el Barça endosó de salida al Betis tuvo cumplida respuesta del equipo local, que llegó a ponerse por delante (16-14) a pesar de que tardó casi cuatro minutos en estrenar su marcador.
Con cinco triples por conjunto, ambos por encima del 50 por ciento de acierto desde detrás de la línea de 6,75, el primer cuarto fue un festival ofensiva del que los catalanes salieron airosos (23-28) gracias a los buenos números de Ante Tomic, que se mostraba absolutamente dominante en la pintura.
La entrada en liza de los banquillos deparó un segundo cuarto igualmente trepidante en el que el Betis se mantuvo en contacto en el marcador gracias a los triples con los que seguía bombardeando el aro azulgrana, ejercicio en el que se distinguían al descanso (45-48) AJ Slaughter (4 de 5) y Tobías Borg (2 de 3).
Una técnica al técnico local, Curro Segura, nada más comenzar el tercer periodo abrió un parcial de 0-7 que estiró la ventaja azulgrana, una renta que el base estadounidense Cory Higgins estiró hasta su máximo (50-63, min. 24) al anotar su quinto triple en siete intentos.
A la vuelta del tiempo muerto solicitado por Segura, once puntos consecutivos de Obi Enechionyia, un robo con mate y tres triples, volvieron a apretar el marcador (63-67, min. 27), lo que obligó a un hasta entonces discreto Nikola Mirotic a emerger en ataque para estirar un poco la renta a falta de los diez minutos definitivos (69-78).
El cuarto final comenzó con tiro desde diez metros de Slaughter que recordó al Barça que debería luchar hasta el final para llevarse una victoria que abrochó gracias al acierto de Higgins y a la buena dirección en los minutos finales de un Delaney que repartió algunas asistencias claves a sus hombres interiores.
Los béticos creyeron hasta el final en su buena estrella desde fuera e intentaron hasta, literalmente, el último segundo no descolgarse de un adversario que hizo valer en San Pablo la riqueza de recursos de su plantel.
