NBA
Los Lakers contra la historia
Hoy se inician los playoffs de la NBA, una carrera por el título marcada por la clasificación in extremis de los campeones y por el núcleo de talento que amenaza desde Brooklyn
Un Luka Doncic de récord somete a los Clippers
Hace unas semanas, a través de las reacciones de los usuarios en diversas redes sociales, una famosa casa de apuestas concluyó que Los Ángeles Lakers ya no eran el equipo más odiado de la NBA. Duro golpe para sus aficionados, pues los californianos siempre han blandido con orgullo su realeza y sus 17 coronas que le acreditan como equipo con más trofeos de la liga junto a los Boston Celtics. Según el estudio, hoy el blanco de la envidia nacional son los Brooklyn Nets, una deidad de tres cabezas, Harden, Irving y Durant, que amenaza desde ayer con el inicio de los playoffs (ganaron a los Celtics en el primer partido de la serie) con convertirse en el nuevo campeón. Tras una temporada regular de ahorro energético y un play-in que revitalizó ya con aficionados en los estadios el anémico juego de sus franquicias, empieza al fin la carrera definitiva por el título. Ganar o irse a casa.
Nadie mejor que los Lakers para ejemplificar lo que ha sido una temporada complicada y de poco atractivo mercantil. Las escasas vacaciones debido al parón y posterior reanudación por el coronavirus derivaron en un asfixiante calendario de 72 partidos (en vez de los 82 habituales) que obligaron a los equipos de la NBA a resguardar a sus estrellas. Según un estudio de la cadena estadounidense ESPN, esta es la segunda temporada en la historia en la que los allstar, la élite de la liga, han acumulado más tiempo de baja por lesiones.
LeBron James, hasta hoy un ser irreductible en lo físico, ha registrado su ausencia más prolongada desde que llegó a la NBA hace 18 años. Con el alero en formol y la prolongada baja de Davis, su otra estrella, los californianos han seguido un camino de improvisación y misticismo, como si se guardasen una versión campeadora para la postemporada. El caso es que se clasificaron in extremis en el temido play-in y se enfrentarán hoy ( 21.30 horas, Vamos ) a los Phoenix Suns, la gran revelación de la temporada, talento joven cimentado con la incombustible dirección de Chris Paul desde la posición de base. Ningún equipo ha acabado campeón empezando desde la séptima posición, una en la que finalizaron la temporada los Lakers. James, de ganar de nuevo con los suyos, tiene ante sí el argumento definitivo para defender su candidatura como mejor jugador de la historia.
De punta a punta del país, porque el gran candidato está en Nueva York, pero no en los Knicks pese a su meritoria campaña (se enfrentan a los Atlanta Hawks). Los Brooklyn Nets , libra por libra, tienen la mayor cantidad de talento de la liga y, pese a que sus tres estrellas solo han coincidido sobre el parquet en siete partidos hasta la fecha, no tienen nada que demostrar. El barrio neoyorquino, moderno y cosmopolita, se enfrenta en la primera ronda de los playoffs a otro emblema en horas bajas. Boston, orgullosa e irlandesa y que no gana desde 2010, será el primer escollo de los Nets. Los verdes, sin Brown, solo reúnen esperanzas a través del gran talento de Jason Tatum y en hacer valer, como en los viejos tiempos, la astillosa cancha del Garden, una que defendía como un jugador más. El primer duelo fue ayer suyo (104-93).
Europa espera su oportunidad
Una de las eliminatorias más esperadas es la que enfrentará a Los Ángeles Clippers y a los Dallas Mavericks. Ambos conjuntos ya regalaron un gran duelo el año pasado y tienen muchos votos para repetir espectáculo esta temporada. Luka Doncic , uno de esos europeos privilegiados que amenazan con desbancar al talento local como dominador la liga, dirige desde ayer (victoria para los Mavs 113-103) la carga de los tejanos frente a los californianos, un equipo que se empeña año tras año en empequeñecer con extrañas derrotas su gran plantilla. Los problemas dentro y fuera del parquet han acompañado a lo Clippers desde que ficharon la temporada pasada a Leonard y George, una dupla poderosa y moderna pero que no acaba de ejercer el liderazgo esperado sobre sus compañeros.
Doncic, además, se vuelve a ver las caras contra Marcus Morris, que con técnicas de cancha de gravilla, intentó desquiciar al esloveno hace unos meses. Pese a esto, el ex del Real Madrid llevó la eliminatoria al abismo pese a decantarse para los de Los Ángeles. Ayer volvió a ser una pesadilla para los angelinos con 31 puntos, 10 rebotes y 11 asistencias. Primer partido y los Clippers ya tienen que remar.
Los estrellas nacidas a este lado del Atlántico también buscan su oportunidad. La última vez que un equipo encabezado por un europeo se hizo con el Larry O'Bryan fue en 2012, cuando Dirk Nowitzki y los Mavericks, un equipo romántico y canoso, venció a los musculados Heat de James, Wade y Bosh. Hoy, a esa gran gesta, le hacen honor el serbio Nikola Jokic y sus Denver Nuggets (juegan contra los Portland Trail Blazers) y el griego Giannis Antetokoumpo y los Milwaukee Bucks (contra los Miami Heat). El heleno ha ganado los últimos dos premios a mejor jugador de la competición y el balcánico es el gran candidato para esta temporada, prueba inequívoca de que el viejo continente está de moda.
Los Philadelphia 76ers del gigantón Joel Embiid se las verán con los Washington Wizards del atolondrado Russel Westbrook y los Utah Jazz, mejor equipo de la temporada regular (52 victorias en total), harán lo propio contra los Memphis Grizzlies , inexpertos pero que ya lucen la cicatriz de haberse deshecho de Stephen Curry y sus 32 puntos en el play-in. Ya no hay vuelta atrás. Los playoffs están de vuelta.