Playoffs Liga Endesa
La frialdad de Mirotic bien vale una final
Los 20 puntos del montenegrino sentencian la serie contra el Joventut (3-1) y el Barça se jugará el título contra el Real Madrid
Crónica
El Barcelona, tras una nueva cita con el sufrimiento, sentenció la serie contra el Joventut (3-1) gracias al gran partido de Nikola Mirotic (20 puntos), bien acompañado por Calathes y Higgins, y jugará desde el lunes la final de la Liga Endesa contra el Real Madrid.
Joventut y Barcelona, cara a cara en el abismo, iniciaron el duelo mostrando su cara más dura, agresivos ambos conjuntos en defensa y con los locales en busca de activar el factor cancha. Vives espoleaba al público de Badalona con repetidos aspavientos y el Barça aceptaba el reto de la intensidad, no se arrugaban los de Jasikevicius, bien dirigidos por Calathes , que tras una temporada irregular llega en plena forma al capítulo final. Se atragantaban los dos conjuntos desde el triple y la batalla se desplazaba a las cercanías del aro, al cuerpo a cuerpo. Volaba Parra, un purasangre al contraataque, y Tomic proseguía con su genial serie ante su exequipo. Mandaba el Joventut.
Se desquiciaba el Barcelona, no le salía nada por momentos. Con el tiro exterior desafinado y con la laberíntica defensa erigida por Carles Durán , no había camino seguro, todo eran carreteras sinuosas. Necesitaban de milagros para conseguir sumar algún que otro punto, un conjuro protegía el aro local, mientras que los verdinegros disfrutaban con la confusión azulgrana. Conseguían correr, sacaban faltas y los triples de Bassas ponían la puntilla a la gran primera parte del Joventut. Muy bien tienes que hacerlo para dejar al Barcelona, una de las máquinas más potentes del baloncesto europeo, en solo 19 puntos al descanso.
Algo cambió tras el descanso porque el Barcelona fue otro. Subió el listón en defensa y se mostró mucho más fluido en ataque, una tormenta de ida y vuelta aupada por Mirotic que, una vez más, no mostró piedad cuando el Joventut le dio algo de aire para ejecutar sus frías diabluras. Igualaban el partido los de Jasikevicius, que le ganaban en su propio juego a los locales. Higgins , depredador alfa donde los haya, confirmó el sorpasso con un triple irreprochable.
EL nivel de contacto era tremendo, incluso a Vives se le partió una zapatilla entre tanta fricción, y el partido se convirtió en una estampida que se apretaba a su paso por un desfiladero. El Barcelona recuperaba balones por doquier y se volvía más certero en ataque gracias a la frialdad de Mirotic , que aparece a cuentagotas pero golpea muy duro en lo anímico cuando lo hace. El montenegrino, autoritario caudillo en el Olímpico, quince puntos en la segunda parte, quería sentenciar la clasificación mientras que Willis , con dos canastas muy pasionales, daba el último ápice de esperanza al Joventut. Una bomba de Calathes coronó su genial noche y los tiros libres del Barça en el bonus zanjaron la taquicárdica velada.