Copa del Rey | Iberostar Tenerife - Morabanc Andorra
El Morabanc Andorra rompe sus límites
Elimina al Iberostar Tenerife tras un final loco y polémico y jugará las semifinales por primera vez
Crónica
En el duelo sin “favoritos” era el Iberostar el que llegaba con algo más de presión. Su reciente título en la Intercontinental ponía a los canarios un paso por delante. Favoritismo que no se reflejó en la cancha, donde el Morabanc no se arrugó como suele hacer lejos del Principado. Al 6-0 inicial de los isleños respondió con carácter el equipo de Ibón Navarro, apoyado en la inspiración de Todorovic para equilibrar el partido y marcharse con ventaja al primer descanso (24-28).
Shermadini y Huertas eran los dos argumentos preferidos del Iberostar, siempre a remolque durante un segundo cuarto que protagonizó Diagné. El pívot del Andorra, que regresó de una lesión la semana pasada, demostró que ha vuelto en plenitud. Sumaba el senegalés con facilidad, lo que permitió a su equipo alargar la diferencia y situarla en torno a los siete puntos (42-49, min. 20).
El poderío físico de los andorranos mantuvo su dominio en la segunda mitad, en la que el empuje de Marcelinho y Salin permitió a los canarios equilibrar de manera momentánea el choque. Fue un espejismo, pues siempre destiló mayor templanza el equipo de Navarro, que se fue al último cuarto con una ventaja que, a esas alturas, era todo un tesoro (62-70).
No había pasado nunca de cuartos el Andorra, víctima de aquel famoso “campo atrás” que no fue tal y que le condenó en la prórroga de 2017. Tres años después, los andorranos habían aprendido la lección y no se dejaron sorprender . Ni siquiera la remontada orquestada por Huertas (20 puntos y 12 asistencias) derribó la fe de los de azul, firmes en su idea. El choque llegó igualado al final, donde Marcelinho asumió el liderazgo en los canarios. Suya fue la canasta que puso por delante al Iberostar a falta de treinta segundos. Llovet, otro de los héroes de las ventanas, acertó en la siguiente jugada para el Andorra, que lo fió todo a la defensa.
Era el turno canario y el balón, como no, acabó en las manos de Huertas. El base, bien defendido, buscó la línea de fondo para encontrar a algún compañero, pero pisó fuera del campo. Desesperación que quedó enjugada poco después, pues en el saque hizo falta en ataque el Andorra. Volvía la esperanza a los de amarillo, que no supieron acertar con el aro. Protestaron mucho una posible falta sobre Konate que los árbitros no vieron y el triunfo fue para el Andorra, que es ya semifinalista de la Copa por primera vez en su historia.