Iberostar Tenerife-Baskonia
Larkin derriba la resistencia del Iberostar Tenerife
El base evita la primera sorpresa de la Copa y conduce al Baskonia a semifinales ante un rival que no bajó los brazos
Crónica
Dicen que Vitoria es la ciudad verde. El pulmón de Europa. Un lugar donde la bicicleta le gana terreno al automóvil y que vive estos días entregada a sus dos equipos. Alavés y Baskonia están de moda. Los de Pellegrino son la sensación de la temporada en el fútbol nacional tras su inesperada clasificación para la final de Copa . Una hazaña que quiere emular el Baskonia este fin de semana y para la que dieron el primer paso al vencer al Iberostar Tenerife.
El duelo, desequilibrado a priori a pesar de que los canarios son segundos en la ACB , no se rompió hasta el último cuarto. Fue ahí cuando el conjunto vasco sacó a relucir su mayor profundidad de banquillo para sellar un triunfo que le convierte en el primer semifinalista de la Copa.
El Iberostar Tenerife es como ese púgil que encaja golpes sin llegar a caer esperando su última oportunidad para asestar un golpe definitivo. Golpeaba el Baskonia una y otra vez, acumulando ventajas cercanas a los diez puntos, pero no bajaba los brazos el conjunto canario, acostumbrado durante todo el año a superar dificultades. Colíder junto al Real Madrid, ni siquiera las bajas de dos de sus mejores jugadores ( Richotti y Beirán ) han desinflado el proyecto de Vidorreta, que ha sido capaz de construir un conjunto rocoso plagado de recursos. El principal, la solidaridad que gobierna el vestuario. Un arma difícil de superar para cualquier rival y que ayer volvió a convertirse en su mejor aliado.
A cada arreón vasco, bien dirigido por un Larkin excepcional , le contestaba uno de los gladiadores de Vidorreta. Bogris, una pesadilla cerca del aro, permitió al Iberostar enjugar la diferencia en el marcador y equilibrar el choque mediado el segundo cuarto. Por entonces, Hanga ya era un hombre fundamental en los locales , imparable por su versatilidad tanto en defensa como en ataque. El húngaro fue clave en el parcial que dio paso al descanso y que permitió al Baskonia irse feliz a los vestuarios (45-34).
La distancia hubiera sido definitiva para muchos equipos, pero no para este Iberostar irreductible, que siguió encajando golpes mientras acortaba diferencias. Grigonis asumió la responsabilidad ofensiva del equipo , algo encallado desde la distancia, pero acertadísimo en el rebote ofensivo. Esas segundas oportunidades le devolvieron al partido (55-53, min. 28) y silenciaron por un momento la grada del Buesa Arena.
Los nervios atenazaron al Baskonia, rescatado por un Kim Tillie excelso que puso freno a Bogris en la pintura y dibujó los planos del triunfo vasco. El francés, junto a Larkin, derribó la por entonces ya débil resistencia del Iberostar Tenerife (80-68, min. 36), que se desangró desde el perímetro y acabó hincando la rodilla. Derrota con honor de los canarios, que dejan esta Copa del Rey dando la cara, mientras que el Baskonia mantiene vivo su sueño de coronarse campeón ante su afición.
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