Baloncesto
Gasol: «Vuelvo con la misma ambición con la que me fui hace 20 años»
La leyenda del baloncesto español es presentada con el Barcelona y deja entrever que falta poco para su regreso definitivo a las canchas
Pau Gasol está a punto de empezar su tercera temporada en el Barcelona. Seguramente desde el mismo momento en el que abandonó la disciplina del club, hace 20 años, la idea de una vuelta a casa germinó con potencia en la parroquia culé, pues solo le hicieron falta un par de años en su disciplina para adquirir un estatus de leyenda. En esas dos décadas de carrera, el catalán se ha convertido en uno de los mejores europeos de la historia del baloncesto, una afirmación defendida por el legado que Gasol ha dejado en Los Ángeles Lakers de la NBA y en la selección española, dos de los organismos con más pedigrí en la canasta. « Volver a casa era una oportunidad especial. Quiero jugar, tengo ambición y sobre todo, quiero disfrutar », explicaba el jugador esta tarde desde el Palau, trajeado y rodeado de familia, compañeros y amigos. También estaba Laporta, nuevo presidente del club. El Barcelona transmite estos días la sensación de ser una falange, porque siempre ha sido un club vestido de corto y de pocas corbatas. Los jugadores de todas sus secciones lo hicieron grande, y ahora, Pau, uno de los más ilustres, está de vuelta para honrar esta idea.
Gasol aterriza en Barcelona tras dos años sin jugar un partido oficial debido a una lesión (fractura navicular por estrés) que le ha privado de una despedida a la altura de la NBA. A sus 40 años, el propio jugador reconoció esta tarde que sus problemas físicos empezaron, sin ser alarmantes, en su etapa en los San Antonio Spurs, y que con el tiempo se agravaron, lo que le condujo a pasar por el quirófano en varias ocasiones. « El proceso de recuperación tras las operaciones fue un 'a ver qué tal' », reconocía el jugador, que se ha estado entrenando en los últimos meses de forma independiente y, desde el pasado febrero, bajo el organigrama dirigido por el volcánico 'Saras' Jasikevicius, técnico del Barça y con el que Gasol compartió vestuario en su etapa como jugador azulgrana. Precisamente fue otro compañero, Juan Carlos Navarro , uno de los principales culpables de que el pívot vuelva a defender los colores de su gente. «Se ha hablado muchos años de mi vuelta. Todo comienza cuando Juan Carlos, uno de mis mejores amigos, accede a un puesto dentro del club. Es él quien me habla para ver mi situación y para orquestar una posible vuelta», explicaba el jugador mientras su mujer, Catherine, y su hija de seis meses, Elisabet Gianna, observaban desde la distancia.
Hablar de Pau Gasol es hacerlo del jugador europeo más dominante en baloncesto FIBA de las últimas décadas. Es por eso que se entiende que, pese a su edad y a los contratiempos físicos, su adhesión al actual proyecto del Barcelona es muy beneficioso para ambas partes, una guinda recíproca. El catalán podrá cerrar una carrera «privilegiada» en el club de sus amores, probarse con la vista puesta en Tokio y aportar hasta la última gota de baloncesto que le queda a un equipo que empieza a aparecerse en forma de pesadilla en los sueños de sus rivales. «Estoy muy ilusionado por poder sumar a un equipo que ya está en muy buena racha. Ojalá pueda ayudar a ganar la Euroliga , es el título que me falta», confesaba Gasol.
La guinda para un Barça en racha
Los catalanes han acumulado en los últimos meses una cantidad ingente de talento baloncestístico. Hombres como Mirotic, Higgins, Abrines o Calathes lideran a un equipo que transita por un sendero formado por 24 victorias en los últimos 26 partidos, un periodo en el que ha accedido a su primer título de la temporada (Copa del Rey), ha asegurado su liderato en la Euroliga y se ha transformado en una infatigable partida de caza a la espera del traspié del Real Madrid para usurparle el primer puesto de la ACB. Pau, durante su presentación, no fue claro sobre su debut, aunque no hizo falta. «Al principio no éramos optimistas, pero vamos por el buen camino. Se acerca el momento decisivo de la temporada y tenemos una idea de cuándo podría ocurrir ». Lo que es seguro es que, cuando salga al parquet con el Barça, lo hará con el número 16, el dorsal que le ha acompañado buena parte de su carrera de clubes.
«Las guerras vienen y van, pero mis soldados son eternos», cantaba 2Pac. Se aprecian cicatrices en Gasol. Poco queda de que aquel joven y ágil jugador , con una tímida perilla, que se marchó hace 20 años a Estados Unidos. Volvió con poblada barba y más maduro, con títulos también. Una persona y un jugador que también reconocía esta tarde que la lesión y la pandemia le han servido para «revitalizar muchas cosas. Las más banales incluso». «He perdido algunas amistades cercanas. No seré el mismo Pau que se fue hace 20 años, no soy el mismo Pau que hace 10 años, pero creo que soy un jugador especial y espero aportar cosas únicas al equipo y al club», sentenciaba antes de que, ya de corto, volviera a besar su escudo.