Euroliga
El Madrid cede en el último suspiro ante el Fenerbahçe
Los blancos, que ganaban por seis puntos a falta de dos minutos, terminaron perdiendo en la cancha del campeón turco
Crónica
El Fenerbahçe se salvó de la primera derrota en la Euroliga como anfitrión en el último momento. El Real Madrid , que comenzó con zozobra, acabó subiéndosele a las barbas a Obradovic en su propia casa, pero terminó cediendo en un final cargado de tensión en el que los turcos estuvieron más acertados. Campazzo , el mejor del conjunto blanco, tuvo un último lanzamiento para haber empatado el encuentro, pero no hubo milagro y la victoria (y el liderato) se quedaron en Estambul .
Siete meses después de la final de Belgrado, el Fenerbahçe y el Real Madrid volvían a verse las caras . Los dos mejores equipos de Europa, de nuevo en la parte más alta de la clasificación, medían sus fuerzas con el liderato en juego en el último partido de la primera vuelta. Un examen final con el que despedir un 2018 de sabor muy diferente. Para los blancos, reyes de Europa , la revancha tenía menos valor y quizá por ello salieron más relajados a la cancha. Vesely se encargó de castigar esa falta de intensidad para situar al conjunto turco con una ventaja holgada en el marcador que obligó a Laso a frenar el partido (8-2, min. 3).
Era incapaz de anotar el Real Madrid, atrapado en la férrea defensa dispuesta por Obradovic y permitida por los árbitros. Solo Carroll, desde la distancia, y Randolph, con cuentagotas, eran capaces de romper el guion del técnico serbio. Aportación insuficiente para el campeón, que acabó el primer cuarto zarandeado (22-12).
El dominio del Fenerbahçe era absoluto, sobre todo cerca del aro, donde Vesely se había convertido en un gigante inabarcable. La entrada de Tavares secó esa vía de agua, pero fueron Campazzo y Rudy los que lideraron la remontada. Si hay algo que ha mejorado el Real Madrid en los últimos tiempos es su capacidad para regresar a tiempo de sus desconexiones. Antes, un mal inicio era sinónimo de derrota, pero eso ha cambiado gracias, en buena parte, a la fe inquebrantable del base argentino.
Su diminuta figura se multiplicó para crear un cortocircuito en el juego del Fenerbahçe, huérfano por momentos ayer por la ausencia de última hora de Kostas Sloukas . Su entusiasmo se contagió al resto de compañeros y por ahí comenzó a apagarse el vendaval ofensivo del equipo turco. En el español fue Rudy el que asumió el protagonismo con tres triples casi consecutivos que equilibraron el marcador poco antes del descanso (32-32).
Lluvia de técnicas
El choque se convirtió entonces en un campo de batalla en el que cada canasta costaba un mundo. De hecho, en los primeros cinco minutos del tercer cuarto apenas se sumaron ocho puntos, dos canastas por equipo. Sufría el Real Madrid con el rebote ofensivo , un lastre que mantenía vivo al Fenerbahçe. Era el asidero turco frente a un campeón herido que iba a más. Una canasta de Llull confirmaba la remontada (41-42, min. 28), sofocada por los árbitros en un minuto y medio de locura que comenzó con una técnica a Laso y que terminó con Llull en el vestuario, expulsado . El balear, que ya arrastraba una falta antideportiva del primer cuarto, tuvo que marchase prematuramente tras señalarle una técnica por lanzar el balón en señal de protesta por una infracción en ataque. Castigo severo que sumió en una minicrisis a los blancos al final del tercer cuarto (48-42, min. 30), pero que les sirvió de acicate para luchar por la victoria.
Un triple de Randolph empezó a fabricar un parcial que situó al Madrid con seis puntos de ventaja a falta de dos minutos y medio de partido (57-63) . Después de la pesadilla del inicio y del mazazo arbitral tras el descanso, el campeón había conseguido silenciar el Ulker Sports Arena de Estambul como hizo siete meses atrás en aquel pabellón de Belgrado. Lo había hecho todo bien el equipo de Laso, que se diluyó sin explicación en ese tramo final de partido.
Ventaja desperdiciada
Solo Campazzo asumió la responsabilidad para mirar al aro, pero al argentino le faltó fortuna. La que tuvo el Fenerbahçe con un triple imposible de Guduric , al que le siguió un mate de Vesely tras el enésimo rebote en ataque de los turcos (62-63). Un fallo de Thompkins en una jugada diseñada a la perfección en la pizarra, dejó una última posesión a los amarillos. Datome penetró y logró anotar a pesar de la falta de Randolph . Canasta que dejaba seis segundos al Madrid para intentar un milagro que, esta vez, Campazzo no pudo hacer realidad.