Baloncesto
España doma a Francia gracias a sus bases
Las impactantes actuaciones de Ricky Rubio y Sergio Rodríguez rompen la balanza en favor de la selección en un físico partido
Crónica
España venció con autoridad a Francia (86-77) en el tercer partido de preparación para los Juegos Olímpicos gracias a la contundente y esporádica actuación anotadora de sus dos bases, Ricky Rubio y Sergio Rodríguez. Tras los dos homenajes contra Irán, la selección se enfrentó al primer desafío de categorías olímpicas en su camino hacia Tokio. Los franceses, a lomos de Fournier y De Colo y de su eterno físico, plantaron como siempre cara pese a que no contaban con dos de sus dos grandes estrellas NBA , Batum y Gobert. España defendió primero y golpeó después. Rubio, en el tercer cuarto, hizo valer su condición de mejor jugador del último Mundial con 12 puntos en el tercer cuarto. Unos minutos después, fue el ‘Chacho’ quien creó complejo en las filas galas con su perenne y delicioso talento. España abandona sus fronteras y no volverá hasta que la derrota o la victoria acaben con su camino olímpico. El próximo desafío, el sábado en territorio comanche, contra Francia y en París.
Tras los dos homenajes ante Irán, España saltó al Martín Carpena de Málaga para enfrentarse a Francia, su némesis continental, el antepenúltimo desafío antes de viajar a los Juegos de Tokio. Si contra la selección de Oriente Medio jugó en modo ahorro, contra los galos se vio un equipo diferente desde el pitido inicial, una versión hambrienta, por intención y necesidad, pues Francia, pese a que no tiene tantos grandes nombres como antaño y esta tarde no contaba ni con Batum ni con Gobert, es un rival igual de flamígero que siempre. El primer cuarto fue un intercambio de golpes constante. España, con una gran defensa, cerraba todos los pasillos interiores mientras los Gasol le daba fluidez al balón en ataque. Como respuesta, Francia, en su versión más estadounidense, igualaba el marcador a base de triples, uno tras otro y sin apenas fallo en el lanzamiento. Fue el madridista Abalde, un veterano encerrado en un juvenil recipiente, quien evitó que los visitantes, liderados por Ntilikina y Luwawu, se fuesen con más ventaja tras los primeros diez minutos (21-24).
El partido era lo que se espera de un España-Francia, un choque asfixiante, tanto que incluso Garuba perdió una lentilla tras un manotazo y a Juancho se le salió un hombro . Scariolo pedía ocupar el espacio a sus pupilos y hacerse grandes. La indicación se manifestó en defensa, eje de España pese a su delicioso talento, y los locales, con músculo, consiguieron minimizar a los galos. En baloncesto se descansa en ataque, se suele escuchar en todos los pabellones, sin importar la categoría, de nuestro país. Con la trinchera bien asentada las cosas empezaron a salir en ataque, no sin esfuerzo, porque Francia también tiene la lección bien aprendida y poco concedió hasta el descanso (44-38).
Explosión anotadora
La fluidez de la primera parte derivó en un segundo acto de fricción, empantanado por las altas pretensiones defensivas de ambos equipos. Las faltas de los dos bandos eran el hilo conductor y hombres como Claver y Garuba , galgos cuando el balón se convierte en un zorro libre y a la fuga, permitían a España soltarse la melena y gozar de oportunidades extra. Ricky Rubio, algo cohibido en los partidos contra Irán, manifestó de forma imponente su gran talento, con 12 puntos en el tercer cuarto que permitieron a la selección cobrar la momentánea ventaja de los dobles dígitos mientras que Francia solo encontraba refugio en el tiro de De Colo y Fournier, combinación indomable y que mantuvo las esperanza visitantes tras el tercer cuarto (65-58).
La magia del ‘Chacho’ abrió el epílogo del partido, un talento que se abre a codazos y que crea complejo en el rival. Los defensores franceses no encontraron respuesta defensiva a las acciones del canario e incluso alguno acabó por los suelos mientras el balón peinaba el interior de la red. Espléndida su racha y espléndida su vuelta a la selección, porque pese a los exilios, los hijos pródigos siempre vuelven a la ‘familia’ para dar un último golpe. Francia, en honor a su tradición histórica, mantenía una resistencia encomiable pese al martilleo de los españoles. Finalmente, no hubo susto y la selección se llevó su tercera victoria en los primeros tres partidos en su peregrinaje a Japón.