NBA
Campazzo, un sueño pactado con Florentino Pérez
Florentino facilitó la negociación para que el argentino cumpla su deseo de ir a la NBA
Hace tiempo que quedó demostrado que a Florentino Pérez le importa, y mucho, el devenir de la sección de baloncesto del Real Madrid. Uno de sus propósitos cuando regresó al club en su segunda etapa como presidente fue estar más encima, dejando mano ancha a Juan Carlos Sánchez y Alberto Herreros, pero teniendo la última palabra en las grandes decisiones. Así fue, por ejemplo, con la llegada de Pablo Laso al banquillo, apuesta personal del presidente entre todas las opciones que le pusieron encima de la mesa. Aquella elección cambió para siempre el devenir de la sección y del baloncesto español, pues con ella se dio inicio a la mejor época de la canasta blanca en el siglo XXI. Desde entonces, Florentino ha estado cerca del vestuario de baloncesto en multitud de ocasiones. Habitual del WiZink Center y un fijo en las fases finales. Cariño que también ha demostrado de puertas para adentro. Es el caso de Facundo Campazzo , al que mimó en una reunión que terminó por desbloquear su marcha del Madrid.
Porque el adiós de Facundo Campazzo a la NBA se ha sellado este fin de semana y será oficial hoy, pero comenzó a gestarse hace muchos meses. Concretamente, a principios del pasado verano, cuando el jugador comunicó por primera vez su intención de marcharse a final de temporada a la liga americana. Entonces, los dirigentes del club blanco creyeron que podrían convencer al argentino y a ello se dedicaron durante semanas, pensando que los problemas derivados del inicio de la NBA le harían recular y aplazar su marcha. Le ofrecieron hasta rebajar su cláusula de seis millones si decidía salir el próximo verano. No lo consiguieron, pues la decisión del «Facu» era firme. De hecho, no vaciló en ningún momento y lo único que pidió al club fue que le permitieran pagar su cláusula en varios plazos, como había ocurrido en casos anteriores como el de Mirotic o el de Sergio Rodríguez.
En medio de los tira y afloja habituales en este tipo de operaciones, fue Florentino Pérez el que decidió entrar en escena para solucionar el final de la historia entre Campazzo y el Real Madrid. El presidente se reunió con el jugador y Juan Carlos Sánchez. Tranquilizó al primero y le dio su palabra de que no le pondría problemas para cumplir su sueño y pidió al responsable de la sección que hiciera lo posible por allanar ese camino hacia la NBA. El presidente, eso sí, le pidió a Campazzo que se quedara en el club hasta que pudiera sellar su marcha y el jugador respondió con un compromiso inusitado para alguien que sabe que su futuro estaba lejos de la entidad. De hecho, ha sido el mejor de largo en este inicio de curso.
Los derechos, del Madrid
Ahí se acabó la tensión y comenzaron a fluir las negociaciones que han desembocado en un acuerdo ventajoso para las dos partes. El Real Madrid habrá recibido a final de 2020 más de dos millones netos del total de seis que deberá desembolsar el argentino en los próximos dos años. Esfuerzo económico muy importante del jugador, cuyas nóminas de estos últimos cuatro meses han servido para amortizar parte de ese pago.
Por su parte, el Madrid también ha hecho un esfuerzo para retener los derechos del argentino en caso de que decida regresar a Europa. Si es así, el club tendrá la opción de igualar cualquier oferta que reciba el argentino, algo que no pudo hacer ni con Mirotic ni con Sergio Rodríguez en su día. Se quedan las puertas del Madrid abiertas, que era también uno de los deseos del jugador.
El final de la historia entre el Madrid y Campazzo se sellará hoy en el duelo de Liga Endesa ante el Baxi Manresa. Atrás quedarán cuatro temporadas y media de relación muy exitosas, que permiten al argentino poner rumbo a la NBA con diez títulos a la espalda (tres Ligas, dos Euroligas, dos Copas y tres Supercopas). Un lustro feliz que le ha catapultado hacia su sueño. El de poder jugar contra los mejores del mundo. Deseo que parecía imposible desde su corta estatura, pero que el base ha alcanzado gracias a su derroche en la pista, su magia en la dirección y su puntería con la canasta.
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