Copa del Rey
Breogán, baloncesto sentimental con ímpetu balcánico
Los lucenses, renacidos tras casi desaparecer en 2014, con una afición incombustible y con el talentazo bosnio de Dzanan Musa de su parte, debutan hoy en la segunda Copa de su historia contra todo un Real Madrid
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Lugo, acogedora y romana, es una de esas ciudades donde pasan cosas raras. Acostumbrada nuestra geografía a ser monopolizada por el fútbol, en el corazón de Galicia emerge, a la vera del río Miño, esta urbe amurallada que está locamente enamorada de una sola cosa: el baloncesto. Y si este deporte es su pasión, el Breogán es su orgullo . Un escudo que, al fin, vuelve a relucir. El histórico equipo, tras estar prácticamente toda la última década soterrado en la segunda división y rozar la desaparición por problemas económicos, ha vuelto por la puerta grande al baloncesto profesional. Recién ascendidos, los gallegos son la gran revelación de la Liga Endesa y se han convertido en el tercer conjunto de la historia que se clasifica para la Copa del Rey viniendo de la LEB Oro. Su desembarco en el torneo, sin embargo, será toda una prueba de fe, pues los lucenses se enfrentan hoy en los cuartos de final al Real Madrid ( 21.30 horas, Vamos ). El clásico David contra Goliat, solo que esta vez el pequeño no tiene una honda y una piedra, sino un cóctel molotov de fabricación bosnia.
El pasado verano, ya certificado el ascenso, la plana mayor de los lucenses acudió al mercado con veracidad aunque consciente de la limitaciones económicas de su cuenta corriente, pues es el equipo de la Liga Endesa con menos presupuesto (cerca de dos millones y medio de euros). Se firmaron hasta seis jugadores nuevos para elevar el nivel medio de la plantilla como el canadiense Trae Bell-Haynes o el austriaco Rasid Mahalbasic. Sin embargo, ha sido Dzanan Musa el gran punto diferencial del Breogán en su hasta ahora exitosa temporada. El bosnio, toda una promesa del este desde su adolescencia, emigró pronto a la NBA, jugó en los Brooklyn Nets, para recalar la temporada pasada en el Anadolu Efes, donde fue campeón de la Euroliga pese a sus escasos minutos. Un talentazo que se apagaba por momentos y que ha sabido renacer en Lugo, donde se ha convertido en uno de los mejores jugadores de España (máximo anotador de la liga Endesa). «Necesitaba que un club se volcara con él», aseguran desde el vestuario. Hoy será la gran baza de los gallegos contra el Madrid.
«Con 22 años, Musa necesitaba un equipo donde relanzar su carrera y el Breogán un jugador diferencial con el que volver a la élite. La conexión ha salido a la perfección y creo que él siempre estará agradecido al equipo y a la afición», explica Tito Díaz a ABC, una de las voces más autorizadas del equipo, actual director general además de exjugador y exentrenador de los lucenses. Asegura el directivo que Musa vive feliz en Lugo, encandilado el alero del «ambiente balcánico» que desprende el Pazo, uno de los pabellones más candentes y opresivos para el rival de nuestra geografía (roza el 80% de asistencia, casi el doble que el WiZink). Tuitea el bosnio ocasionalmente en gallego y cuando el equipo certificó su clasificación para la Copa, fue uno de los más efusivos en la celebración. «Parece un lucense más, como si hubiese vivido en la grada todos los años del equipo en LEB», comenta un veterano seguidor del Breogán.
La genial temporada de los gallegos va más allá de nombres y cifras. Su marcha a Granada es la recompensa a una falange que ha sufrido por su equipo y que por fin puede levantar el hacha, no sin la legendaria precaución de los gallegos, pues no se encontrará a un hincha que no se ría o que niegue con la cabeza mientras baja la mirada cuando se le pregunta por las posibilidades de batir al Madrid. «Lugo es baloncesto y el Breogán un fenómeno deportivo y social . Pero esta es una ciudad pequeña y sin peso industrial. El equipo siempre vive en el filo y nosotros aspiramos a tener un presupuesto que nos dé estabilidad y a mantenernos en la Liga Endesa. La Copa es un premio por todo lo que la afición ha pasado estos últimos años», matiza Díaz.
De la desaparición a la élite
«En Lugo, un partido del Breo es como la misa del domingo», explica a este diario Sergi Quintela , lucense de nacimiento, hincha del equipo, canterano y ahora titular y capitán del mismo. El escolta se crio siempre con el escudo del equipo en el horizonte y por eso recuerda con tristeza, aunque también con orgullo, las protestas de los aficionados a las puertas de la Diputación de Lugo en 2014, cuando el equipo estaba a un paso del desvanecimiento.
Fueron los gritos desde la calle los que, en parte, consiguieron que el poder político vendiese el 48% de las acciones del club al mejor postor, lo que seguramente hubiese desembocado en el traslado del equipo o su mera desaparición. En la buenas y en las malas, pues la afición defiende su club ya sea al borde del precipicio o cuando recibe al Barcelona en liga. «Son nuestra gasolina», concreta Quintela con conocimiento de causa.
Tanto Sergi como su hermano Erik (también jugador del Breogán), además del resto de compañeros, saltarán esta noche a la cancha granadina para batirse contra un gigante. «El Madrid es el mejor equipo de España y uno de los mejores de Europa. Pero su final es el domingo. La nuestra es hoy », explica Quintela. «La gente de Lugo está soñando. Los pequeños tenemos derecho a soñar», apuntilla Díaz.