Playoffs Euroliga
El Barcelona se acerca al abismo
Cae con contundencia en Múnich y se jugará el pase a la Final Four en el Palau el martes
Crónica
Derrota durísima del Barcelona en Múnich, que tendrá que jugarse el martes el pase a la Final Four de la Euroliga en el último partido de la eliminatoria, donde contará con el apoyo del Palau , que se antoja más necesario que nunca. Le entra la flojera a los azulgranas en el peor momento, tras una gran primera parte de la temporada, donde parecían imbatibles, pero que llegan al acto final sin hambre ni rabia, noqueados por un sorprendente Bayern, que ha humanizado como pocos al Barça de Jasikevicius. Los alemanes vencieron tanto por su buen partido como por el mareo que sufren los catalanes en las últimas semanas, pues nunca llegaron a meterse en el duelo.
El Barcelona se encontró de inicio con un ambiente irrespirable, tanto en la grada como cerca del aro bávaro, duros los locales en cada acción, manos por doquier, sin fisuras aparentes. Mirotic y Laprovittola , los dos grandes estandartes del equipo de Jasikevicius esta temporada, no conseguían encontrar el temple en el encuentro mientras el Bayern mordisqueaba con ímpetu la zona azulgrana. Sería el mejor fondista el que se llevaría el triunfo. Tras el primer cuarto, los alemanes tomaban ventaja.
Nada les salía a los catalanes y el marcador se inflaba en favor de los germanos, que obligaban a esfuerzos sobrehumanos a sus rivales para sumar un par de puntos. Se atragantaba el Barcelona como nunca esta temporada hasta que apareció al rescate Abrines que, tras un tiro que no tocó ni aro, sumó cinco puntos seguidos que dieron algo de vida a los suyos. Sin embargo, cada buena acción del Barcelona, que no eran muchas, tenía una contundente reacción del Bayern.
Se desmelenaban los alemanes por momentos e intentaban jugadas de malabarismo ante la inoperancia del Barcelona, que ni siquiera había aterrizado en el partido en el tercer cuarto. Las miradas perdidas comenzaban a multiplicarse en su banquillo mientras sus lanzamientos solo saboreaban el metal del aro, nunca el tejido de la red. Hasta la canasta más sencilla era una tortura. Jasikevicius , volcánico como pocos durante los encuentros, se echaba las manos a la cabeza ante la dura realidad. Un triple de Weiler-Babb puso la máxima distancia en el marcador antes de encarar el último cuarto.
Se maquilló la sangría gracias a una nueva carga de Abrines, el único acertado de los visitantes. Pero el Barcelona abandona Alemania con un sabor agrio, pues podrá pasar la eliminatoria, pero entra en la fase más decisiva con mucho que recomponer. El martes, el Palau decidirá.