Barcelona-Real Madrid
Venganza blanca en el Palau
Cinco días después de la final de Copa, el Real Madrid da una paliza a un Barcelona mermado al que deja con un pie y medio fuera de la Euroliga
Crónica
Barcelona y Real Madrid volvían a verse las caras apenas cinco días después de la final de Copa . El triunfo azulgrana y la polémica final por la falta no pitada a Taylor marcaban un choque sin mucha trascendencia deportiva, que cayó del lado del único equipo que lo deseó realmente. La rabia del Madrid le impulsó hacia una victoria contundente en el Palau , de donde sale reforzado para encarar el futuro.
Pesic demostró su sabiduría durante la Copa del Rey y volvió a hacerlo ayer en el regreso a la competición. El serbio exprimió allí al máximo a sus jugadores, consciente de que el título elevaría la moral para encarar el tramo decisivo de la temporada y supo reservar ayer sus naves en la Euroliga, torneo del que el Barcelona está virtualmente eliminado. «Vamos a luchar por la ACB», avisó tras levantar el título en Las Palmas. Una declaración de intenciones que dejaba a un lado la competición europea. Quizá por eso, Pesic dejó ayer fuera del partido ante el Real Madrid a Ribas, Sanders y Oriola . Los tres mejores en la final de Copa –con permiso de Heurtel– vieron el choque en la grada. Su ausencia se unió a la sed de venganza del conjunto blanco, lo que se tradujo en un parcial inicial demoledor que marcó el devenir del resto del partido (10-30, min. 9).
La salida en tromba del Real Madrid indicaba que en el Palau había mucho más que un simple triunfo europeo en juego. Había rabia contenida en los jugadores de Laso, que se dejaban el alma en cada jugada. El orgullo blanco aplastó por momentos al Barcelona, incapaz de contener el vendaval ofensivo de su rival. Era Campazzo –11 puntos, 9 asistencias y 3 robos– el que lideraba las operaciones , ejecutadas a la perfección por un Carroll especialmente motivado, autor de 10 de sus 18puntos finales en el cuarto inicial.
A sabiendas de que el triunfo importaba poco a nada para su equipo, Pesic reclamó intensidad para evitar una derrota dolorosa. Tomic y Moerman maquillaron un poco la debacle azulgrana (33-43, min. 18), aunque la entrada de Felipe Reyes y Ayón hizo estéril la remontada (35-52, al descanso). El mexicano, en su segundo partido tras la lesión, demostró que sigue siendo el pívot decisivo por el que suspiraba toda Europa. Una recuperación clave para el Madrid si quiere mirar con optimismo hacia el título continental.
La distancia en el marcador y la inexistente actitud del Barça habían dejado el choque decidido. Quedaba por ver cuánto daño quería hacer el Madrid, que llegó a ir ganando por 32 puntos (64-96, min. 38) gracias al resurgir de Randolph (16 puntos) y que terminó sellando un triunfo histórico en el Palau, que no fue tan doloroso por el reciente título de Copa.