Barcelona-Real Madrid
El Barcelona evita la revancha blanca en el Palau
Triunfo azulgrana ante un Real Madrid que siempre fue a remolque y que no pudo vengar su derrota en la Copa del Rey
Crónica
El Barcelona tiñó de azulgrana el clásico europeo después de años acumulando derrotas ante el Real Madrid. Una victoria que le sitúa cuarto en la clasificación y que confirma su buen momento. Justo lo contrario que los blancos, que volvieron a morder el polvo ante su máximo rival y que tendrán que esperar para asegurar la ventaja de campo en los playoffs.
Había tensión acumulada en ambos equipos. Rivalidad que se desprendía en cada jugada. En cada acción defensiva. Saltaban chispas sobre la pista del Palau, donde cada canasta era celebrada como un gol . Como una victoria en sí misma. Esta vez no había un título en juego, pero la importancia del triunfo era grande para ambos equipos. El Barcelona perseguía aún asegurar unos playoffs que no disputa desde hace varios años , mientras que los blancos, con plaza ya segura, necesitaban acumular alegrías para gozar del factor cancha en esa fase decisiva. Ganar ayer, además de dar pasos hacia el objetivo propio, suponía alejar del suyo al eterno rival y por ahí crecía la motivación en esos minutos iniciales cargados de tensión.
Solo Heurtel entendió el choque en los azulgranas en el arranque del partido. El francés era el único capaz de romper la férrea defensa impuesta por el Real Madrid . La entrada de Rudy Fernández y Carroll le dio a los blancos aire en ataque y por ahí comenzó a crecer su distancia en el marcador. Visto lo visto, los ocho puntos amasados al principio del segundo cuarto eran un tesoro (21-29, min. 13).
La respuesta azulgrana la puso Tomic , despojado de la timidez habitual ante los blancos. El croata fabricó un parcial de 12-2 que volteó el electrónico y permitió a los azulgranas marchase al descanso con ventaja (42-37).
Un pequeño colchón que se hizo más grande nada más volver los vestuarios, aunque esta vez con Kuric como principal argumento. El americano, que aparece y desaparece en los esquemas de Pesic, fue ayer protagonista con sus triples que alargaron el liderato azulgrana hasta 50-37. Eran los mejores minutos del Barcelona, cuyo único lunar estaba en la línea de tiros libres. Una rendija por la que se coló el pundonor del Real Madrid.
Los blancos, demasiado erráticos en el lanzamiento, se encomendaron a Rudy Fernández , cuya brega defensiva y acierto desde el perímetro mantuvo al Madrid en el partido. Aun así, el equipo de Laso iba siempre a remolque sin dar la sensación nunca de poder asaltar el Palau. Los problemas de faltas de Llull, otro de los destacados en el despertar blanco, puso freno a la remontada, frenada en seco por Pesic .
El veterano técnico azulgrana no dio opción a la reacción de su rival con un tiempo muerto que rebajó las pulsaciones en el Palau. Eso y la gestión del ritmo de Heurtel acunó el choque hacia el final sin que los coletazos del Madrid tuvieran efecto. El clásico, después de años, volvía ser azulgrana en Europa.