Euroliga
Barcelona - Real Madrid, el clásico llega envuelto en dudas
La presencia de Mirotic, recién recuperado de coronavirus, y las lagunas de juego de los blancos marcan el primer clásico europeo de la temporada
Pablo Laso es un tipo optimista por naturaleza. Positivo. No hay un obstáculo lo suficientemente alto como para frenarle y ese espíritu combativo ha sido una de las señas de identidad del Real Madrid campeón de la última década. Así han ganado partidos imposibles y han levantado títulos inesperados. Un carácter instalado en el vestuario que hacía temibles a los blancos. Anda preocupado el técnico estos días porque no ha conseguido aún que esa competitividad que exige a sus jugadores se traslade esta temporada a la cancha. Los vaivenes provocados por el coronavirus han disipado en parte ese carácter guerrero del equipo, cuya falta de consistencia y competitividad le ha llevado a una situación desconocida en Europa antes de visitar hoy el Palau Blaugrana ( 21.00 horas, DAZN ), donde espera un Barcelona renovado al que, previsiblemente, se unirá Mirotic tras haber superado su positivo en Covid-19.
«Tenemos que crecer como equipo. Hay que mejorar en aspectos defensivos, ofensivos y en la concentración. Creo que nos falta continuidad en el juego , porque enlazamos momentos buenos con otros malos, llenos de pérdidas o con fallos en el rebote. Estamos en un momento en el que debemos trabajar mucho para crecer, pero eso no quita para que seamos competitivos todos los días», reflexionaba Laso ayer antes de viajar a Barcelona, donde no podrá contar ni con Fabian Causeur -confinado después de dar positivo por coronavirus- ni con Carroll, lesionado.
Sin público en el Palau
El Real Madrid acumula tres derrotas en la Euroliga tras cuatro jornadas. Un balance negativo inédito en la era Laso, que los blancos necesitan equilibrar para acercarse a los puestos altos de la clasificación. «No miro mucho a la clasificación a estas alturas de la temporada. Prefiero centrarme en lo que está en mis manos que es hacer mejor al equipo e intentar ganar el siguiente partido, que es el del Palau», ahondaba el técnico.
La visita a Barcelona, siempre complicada, lo será un poco menos esta vez, pues la pandemia ha dejado desiertas las gradas del pabellón azulgrana. « Un clásico siempre es un clásico, pero estamos en una situación especial . Ayer leía a Saras (Jasikevicius, entrenador del Barça) algo que es claro, que la falta de público te hace perder la emoción, la atmósfera. Ojalá los aficionados puedan volver cuanto antes, pero mientras tanto esto sigue siendo un Barcelona-Real Madrid, un gran partido que tenemos que jugar a buen nivel si queremos ganar», puntualizaba Laso, al que no le preocupa en exceso si Mirotic puede o no jugar finalmente tras haber superado el coronavirus. «No me cambia mucho. Nuestra obligación es preparar los partidos pensando que van a jugar los mejores y si luego hay bajas, pues intentamos adaptarnos», señaló.
Para Jasikevicius, el regreso del pívot es clave, pues se trata de la pieza angular de sus esquemas . Alejado del grupo desde hace diez días, Mirotic se unió el miércoles al grupo y todo apunta a que podrá estar en la cancha ante sus excompañeros. «A los dos equipos nos falta gente importante y creo que llegamos lejos del cien por cien. Sin Niko (Mirotic) hemos ganado tres de los últimos cuatro partidos y eso habla bien del equipo », opinaba Jasikevicius antes de afrontar su segundo clásico como entrenador del Barcelona.
El primero lo perdió en la Supercopa hace solo unas semanas , en un duelo igualado que solo se decidió por la actuación de un gran Campazzo en el último cuarto.