Barcelona-Real Madrid
Tomic castiga la falta de intensidad del Real Madrid
Derrota del líder ante un Barcelona que fue mejor a pesar de sus numerosas bajas y que tuvo en el croata a un gigante
Crónica
Bartzokas había allanado el terreno con habilidad durante la semana. Consciente de que las bajas hacían vulnerable a su equipo, el técnico azulgrana había traslado la presión a su rival. Inteligente. «El Madrid es el favorito» , aseguraba sin rubor el griego, dibujando un Barça con piel de cordero que, escondido bajo una pila de lesiones, aprovechó la falta de intensidad del Real Madrid para ir ganando terreno en el marcador desde el inicio. Las ausencias de Doellman, Claver y Lawal habían dejado un solar en la pintura azulgrana, donde Bartzokas apenas contaba con Tomic y Dorsey para hacer frente a la legión de pívots del Real Madrid. El reto motivó al croata, inmenso e imparable cerca del aro, que se convirtió muy pronto en el epicentro de las operaciones ofensivas del Barcelona.
La ecuación era tan sencilla, que asustaba, porque cada balón interior que llegaba a las manos de Tomic terminaba casi irremisiblemente dentro del aro blanco . Con Ayón en el banquillo por problemas de faltas, Laso probó sin éxito con todos sus recursos para frenar la sangría del croata. Solo Felipe Reyes logró contener en parte al pívot azulgrana, que al descanso sumaba ya 14 puntos, 7 rebotes y 4 asistencias (19 al final del partido).
El Madrid naufragaba en la retaguardia, pero tampoco tenía las ideas claras en el ataque. Se mantenía en el partido por los chispazos de genialidad de Nocioni , que en este tipo de partidos siempre saca a relucir su mejor versión. Los triples del argentino fueron la única buena noticia de los blancos en una primera parte para olvidar, que al descanso reflejaba una desventaja abismal (49-33).
Tímida reacción blanca
«No hemos hecho nada», reconocía Laso, preocupado porque su equipo había regalado la primera parte. La tímida reacción blanca la sofocó Perperoglou , relevo ofensivo de Tomic tras el paso por los vestuarios. Sin Claver, el griego ha crecido y ayer fue una pesadilla en el uno contra uno para la defensa blanca. 18 puntos que mantuvieron la diferencia a pesar de la notable mejoría madridista (69-53, min. 30). La entrada de Hunter endureció la defensa blanca y el cansancio empezó a hacer mella en Tomic. Un factor fundamental para que el líder tratara de buscar el milagro.
Un parcial de 11-1 comandado por Draper abrió una ventana a la esperanza visitante (76-68) con cinco minutos aún por jugarse. Ahora o nunca para los de Laso, que para entonces se había encomendado a un quinteto formado por Hunter, Ayón, Maciulis, Carroll y Draper. Los únicos que mostraron corazón y acierto en esos últimos minutos, pero que no pudieron culminar la remontada. Oleson y Rice –que se encaró con Nocioni antes de que el argentino fuera expulsado– lo evitaron, confirmando la primera derrota del Real Madrid esta temporada.