Euroliga - Final Four
Higgins salva al Barça con una canasta en el último segundo
Los azulgranas sufrieron mucho ante el Armani Milán, al que solo pudieron superar con un lanzamiento mágico del escolta americano
Crónica
Hacía siete años que el Barcelona no pisaba un escenario tan grande en la Euroliga. Volvía a una Final Four y lo hacía como favorito , después de haber dominado la temporada y tras haber superado una eliminatoria de cuartos muy dura ante el Zenit. Sin público en la grada, aún latente la pandemia, era el momento de demostrar galones y no falló el Barça, capaz de sobreponerse al buen partido del Milán y a la lesión de Calathes . Ganó casi de milagro, pero ganó. Con una canasta salvadora de Higgins que derribó al Armani y encargó la final frente al Efes . Un duelo de altura en el que los azulgranas deberán elevar el nivel si quieren llevarse el título a España.
Tenía enfrente un buen equipo, plagado de talento y dirigido por una leyenda como Messina , pero no se amedrentó el equipo azulgrana, que mantuvo a raya a su rival gracias al acierto exterior de Mirotic y Higgins (14-10, min. 5). A ellos se sumó Pau Gasol, fantástico a la hora de la verdad. Como si hubiera estado esperando a la cita más importante para empezar a brillar. El pívot se alió con Calathes para sumar sus primeros puntos. Un triple frontal al que le siguieron otras dos canastas bajo el aro que llevaron el sello del base griego. Alianza perfecta, como si llevaran una vida jugando juntos . Pau alargó su festival hasta los 10 puntos antes de irse al banquillo con una hoja de servicios casi inmaculada en la que solo había que lamentar un lanzamiento.
Al Milán se le iba haciendo cuesta arriba el choque, incapaz de contener el talento azulgrana. Porque si no era Pau, aparecía Mirotic y si no era Kuric o Higgins. Hasta Abrines se sumó al festival anotador del equipo , que llegó a ir mandando por once puntos poco antes del descanso (51-40, min. 19).
Fue Punter el antídoto al poderío del Barça . Una pesadilla al que le entraba todo lo que tiraba. En sus brazos creció el Armani Milán, que poco a poco fue enjugando la distancia hasta ponerse por delante. No se quedó ahí su espíritu de lucha, pues siguió golpeando el equipo italiano hasta amasar una ventaja de ocho puntos que encendió las alarmas en el banquillo azulgrana (59-67, min. 28).
Lesión de Calathes
La solución la encontró el Barça en Calathes , que enchufó un triple sobre la bocina del final del tercer cuarto y sumó otros tres puntos nada más comenzar el último. Dos canastas claves en el resurgir azulgrana.
Se convirtió entonces el choque en un ir y venir de canastas precioso. A cada golpe italiano respondía uno español. Leday y Kuric; Shields y Mirotic. Equilibrio total en el marcador, que empezó a romperse con el infortunio de Calathes . El base, protagonista total del duelo (17 puntos y 6 asistencias) aterrizó mal en una entrada a canasta y se torció el tobillo. El Barcelona notó su ausencia y por ahí encontró un resquicio el Milán, que tras muchos minutos huérfano de los puntos de Punter volvió a encontrarse con su acierto divino. Un triple del americano igualó el choque a un minuto para el final (82-82).
60 segundos que fueron un mundo y que desembocaron en un último ataque agónico. Una carrera sin freno de Higgins que se levantó a falta de un segundo para anotar un lanzamiento que vale una final. Canasta decisiva que acabó con la resistencia de un Milán irreductible que solo bajó los brazos ante el genio de California. El tipo con más sangre fría de la Euroliga, que encargó una final en la que el Barça se les verá con el Efes, verdugo del CSKA en otro duelo épico que se resolvió casi sobre la bocina.