Liga Endesa
Abrines, de «odiar» el baloncesto en la NBA a ser faro del Barça
El escolta se desvinculó de los Oklahoma City Thunder en 2019 e incluso acudió a especialistas para salir de una depresión
El Barcelona de Sarunas Jasikevicius es fuego, o al menos ese es el elemento que quiere implantar en sus jugadores el lituano, leyenda del club catalán, que volvió tras su etapa como jugador la anterior temporada, esta vez como técnico, para reflotar una sección tan millonaria como abrumada en lo deportivo por el Real Madrid de Pablo Laso. Además de en lo sentimental, el equipo se ha reforzado con los mejores nombres con los que un conjunto de Euroliga puede hacerse. Nikola Mirotic, Nick Calathes, Cory Higgins y Adam Hanga forman, entre muchos otros, los grandes fichajes que ha acumulado el Barcelona en los últimos años. Pero hay uno que, además de en lo deportivo, ha sido un éxito en lo personal. Ese es Alex Abrines , escolta que, como tantos otros, emigró a Estados Unidos para jugar en la NBA pero que, por varios motivos, se perdió por el camino.
Llegaba el Barcelona el pasado jueves a su casa, al Palau, con una necesidad abrumadora de una victoria, pues había perdido los últimos tres partidos de Euroliga (contra Bayern, Efes y Maccabi), derrotas que habían rebajado las expectativas en la competición tras un buen inicio. Nikola Mirotic, ausente en los primeros compases de temporada por coronavirus y, ayer, por lesión, dejaba huérfanos a sus compañeros. Tras una primera parte más igualada, los de Jasikevicius consiguieron alejarse en el marcador hasta el definitivo 89-72. Más allá de la buena dirección del base griego-estadounidense Calathes y un fino Leo Westermann, nueva incorporación del Barça tras el castigo a Heurtel, que se entrenará hasta junio con el filial, fue un inspirado Alex Abrines, 16 puntos, 12 de ellos desde la línea de tres , quien lideró a los suyos hacia la victoria.
Parece que Alex Abrines vuelve a ser jugador en Barcelona, equipo en el que ya militó antes de marcharse a la NBA en 2016. El balear siempre tuvo el cartel de ser uno de los grandes proyectos baloncestísticos nacionales de la última década e irse a la NBA suponía un paso natural . A su llegada a Oklahoma, el de Palma tuvo que abrirse paso en una organización en plena reconstrucción tras la marcha de su jugador franquicia, Kevin Durant, a los Golden State Warriors. Fue el año en el que su otra estrella, Russell Westbrook, acabó con unos estadísticas de cuando al baloncesto se jugaba en blanco y negro, con 31 puntos, 10 rebotes y 10 asistencias de media, exhibición que no sirvió para evitar la eliminación del equipo en la primera ronda de playoffs. Abrines, en sus tres temporadas y pese a aceptar su rol como tirador, no consiguió conjugar unas estadísticas sólidas, con solo algo más de cinco puntos de media en 174 partidos , divididos en tres temporadas. Y en el verano de 2019 y tras varias lesiones, se encontró una de las respuestas a su escaso rendimiento.
Depresión
«Querido amigo, la que me has liado». Así comenzaba el comunicado que el jugador emitió a principios de julio de 2019, cuatro meses después de su abrupta y misteriosa salida de Oklahoma, a mitad de temporada. El deportista en el vídeo hablaba de «pesadilla» e incluso «odio» hacia el baloncesto. «Pasé mucho tiempo diciéndome a mí mismo que esto no podía ser verdad, que no tenía sentido, que debía volver a ser el que era. Por eso pedí ayuda a los míos y recurrí a los mejores profesionales para recuperar la felicidad », explicaba Abrines sobre lo que tiempo después se supo que era una profunda depresión. Incluso el escolta llegó a renunciar a 1.8 millones de dólares (1.47 millones de euros) que le correspondían por contrato.
Tras una vuelta a España algo tímida, hoy Abrines vuelve a sonreír y Jasikevicius lo agradece, ya que el equipo aparece como segundo clasificado del campeonato nacional, solo superado por el Real Madrid. El entrenador ha mimado al jugador desde su llegada, incitándole a lanzar desde el triple, su gran especialidad. «No tira mal» , dijo con ironía el técnico tras uno de los primeros partidos de temporada. En ACB, el español juega 20 minutos en los que anota de media 8.3 puntos, con buenos porcentajes de tiro. Cuatro de cada diez triples que lanza atraviesan el aro. En Euroliga es el tercer máximo anotador del equipo, solo superado por dos prodigios como los ya mencionados Higgins y Mirotic, e incluso mejor, aunque solo ligeramente, su acierto de tiro cundo se enfrenta a rivales continentales. Abrines ha vuelto.