Baloncesto
Fin a 351 días de pesadilla antes del clásico
La vuelta de Randolph alegra al Madrid antes de visitar hoy al Barcelona en el primer clásico europeo del Palau
No es fácil ver sonreír a Anthony Randolph , un tipo con cara de malas pulgas que el pasado sábado estaba radiante tras volver después de casi un año de baja por una lesión en el tendón de Aquiles. No habían pasado más que unos segundos desde su entrada a la cancha cuando el balón cayó en sus manos y de ahí fue directo al aro. Un triple que fue una liberación personal y que provocó la locura en el banquillo blanco , donde todo el mundo le quiere. Felicidad plena, pues ‘Toñejo’ –como le conocen en el vestuario– estaba de vuelta y con él se amplían las variantes de un equipo que es líder en la ACB y en la Euroliga y que hoy visita el Palau Blaugrana (21.00 horas, DAZN) en el primer clásico europeo de la temporada.
« La vuelta de Anthony es una gran noticia para todos . Solo hace falta ver la reacción de sus compañeros cuando metió el triple para darse cuenta de la alegría que provoca su vuelta. Le hemos visto trabajar mucho y su regreso es importante, aunque aún le queda mucho para estar a su mejor nivel», reconocía ayer Laso.
También para Randolph este ha sido un regreso feliz. Su sempiterno rostro serio dejó el sábado paso a un rictus más alegre . Atrás quedaban 351 días de pesadilla y recuperación llevada a cabo casi íntegramente en Madrid. Cuando cayó lesionado, a finales del mes de noviembre de 2020, el pívot tuvo claro que no quería una segunda opinión. Tenía fe ciega en los médicos y los fisioterapeutas del club y a ellos se entregó desde el primer momento , buscando una recuperación que ha llegado, incluso, antes de tiempo.
«Su musculatura especial, su fortaleza, le han permitido acortar los plazos y llegar a la cancha mejor preparado . Ha vivido por y para su recuperación y eso se notó en su estreno en Zaragoza», explican a ABC fuentes cercanas al jugador.
Esos que le conocen mejor dicen que su timidez es una coraza para protegerse, pero que en realidad el pívot es un tipo afable y familiar, que ha encontrado en España su hogar. En Madrid vive junto a su mujer y sus dos hijos – Kayla y Julian – y es con ellos con los que pasa la mayor parte de su tiempo libre. La lesión le ha servido para disfrutar más de la familia y conocer mejor España, un país del que está enamorado y cuyos rincones no duda en recorrer siempre que tiene algo de tiempo libre. « Disfruta mucho viajando por el país y siempre que su calendario se lo permite se lanza a conocer nuevos lugares », explican desde su entorno. Guarda en su corazón San Sebastián y el vino de La Rioja. Un placer que ha descubierto desde que vive en Madrid.
En la capital ha pasado casi todo el último año entregado a su recuperación. «No quería marcharse ni en verano, porque quería hacer todo lo posible para volver cuanto antes. De hecho, solo se fue un mes a Estados Unidos para que los abuelos pudieran disfrutar de sus nietos y desde allí estuvo en contacto diario con los recuperadores», apuntan sus allegados. Los mismos que reconocen que Anthony es feliz en Madrid aunque, no se lance aún con el castellano, un idioma que «entiende perfectamente» pero que no se atreve a hablar en público por miedo a cometer errores.
Posible estreno de Exum
El pívot finalmente no tendrá minutos hoy en un clásico europeo al que ambos equipos llegan empatados en el liderato de la Euroliga y que estará marcado por algunas ausencias notables. No estarán tampoco en el Madrid Thompkins –en el último tramo de su recuperación–, Abalde ni Alocén , mientras que en el Barcelona serán baja Higgins y Calathes . Podría estrenarse de azulgrana Dante Exum , flamante nuevo fichaje del club catalán al que Jasikevicius podría dar hoy sus primeros minutos. El australiano, número cinco del draft 2014, ha firmado por tres meses con el Barça.
