Final Four
A por la novena, con la lección aprendida
Reyes, Llull y Sergio Rodríguez, los únicos de la plantilla que siguen desde 2011, aseguran tener al fin la fórmula del éxito
“En 2011, todo nos pasó por encima y no solo el Maccabi. Al menos en mi caso. El ambiente, todo lo que rodea a una Final Four... todo era nuevo y nos pilló por sorpresa”. Son palabras de Sergio Rodríguez, uno de los tres jugadores del Real Madrid junto a Felipe Reyes y Sergio Llull que aún permanecen en la plantilla blanca y que, como el resto, ha cambiado mucho en los últimos cinco años. Ahora, quieren levantar al fin la novena, un título que esperan ganar esta noche (20.00 horas, Canal+) ante el Olympiacos.
Esa noche en el Palau, el Real Madrid conquistó algo importante, aunque muchos aún no lo sabían. Con aquella derrota empezó a gestarse un equipo campeón. Un conjunto que perdió los complejos ante el Barcelona hasta robarle la hegemonía nacional y que comenzó a luchar de tú a tú con los grandes de Europa. Esos a los que un día dominó y que durante dos décadas vio desde la distancia.
La llegada de Juan Carlos Sánchez a la dirección deportiva de la sección blanca permitió dotar al equipo de una estabilidad desconocida en los años anteriores. Se comenzó a trabajar con una base estable formada por jugadores nacionales de calidad. Para formar esa columna vertebral, el dirigente apostó por Reyes, al que muchos veían en decadencia, y le dio los galones del vestuario. Junto a él, los dos jóvenes talentos más importantes del país fuera de la NBA: Llull y Sergio Rodríguez. Un trío que mantiene la esencia año tras año y que ejerce de pegamento en un vestuario cada vez con menos rotación.
Juntos han atravesado por un vaivén de emociones en los últimos cinco años en una reconquista de títulos que aún tiene una cuenta pendiente. Después de tres Final Four fallidas, el Real Madrid buscará esta noche hacer historia de nuevo. “Cuando has pasado por esto tres veces, sabes lo que vas a encontrarte y no te pilla por sorpresa”, señala a ABC un maduro Sergio Rodríguez, veterano ya de la Euroliga, torneo del que fue MVP el año pasado.
Superada la prueba del primer partido, llega lo importante. La final por el título , en la que los blancos han caído las dos últimas temporadas. “La lección que tenemos que extraer de las derrotas de Londres y Milán es que tenemos que salir a la final con las mismas ganas que lo hicimos en los primeros encuentros”, afirma Felipe Reyes, que a sus 35 años está disputando su cuarta Final Four.
De la decandencia junto a Messina, Reyes ha pasado a ser uno de los mejores de la Euroliga junto a Laso. Elegido en el cinco ideal, debe buena parte de sus puntos a las asistencias que le llegan de sus dos compañeros de viaje. Como él, Llull y el “Chacho” han sufrido una metamorfosis desde Barcelona 2011.
El balear es un jugador más centrado en todos los sentidos. Asentado como uno de los mejores bases del continente, ha aprendido a jugar por y para el equipo y reconoce tener la fórmula del éxito. “Llevamos tres 'Final Fours' seguidas y cuatro en los últimos cinco años; eso es importante y a tener en cuenta para lograr el objetivo”, asume, consciente de que la experiencia lo es todo en este tipo de torneos.
En la plantilla blanca solo habrá tres jugadores nuevos en una Final Four -Campazzo, Ayón y Nocioni- y los dos últimos son ya perros viejos en una cancha de baloncesto, como ya demostraron ante el Fenerbahçe en semifinales . “Somos un equipo diferente al de años anteriores. Lo más importante es que somos una plantilla equilibrada, con jugadores jóvenes y otros con experiencia y todo eso forma un conjunto que nos permite aspirar al título”, indica Reyes, al que le quedan pocos sueños como este por cumplir en su carrera, en la que la novena Copa de Europa ocupa un lugar principal en su lista de prioridades.
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