La gloria europea aguarda en Madrid

Han pasado 20 años desde que el Real Madrid levantara al cielo de Zaragoza su octava Copa de Europa. Dos décadas de proyectos fallidos e ilusiones rotas con las que quieren terminar este fin de semana en casa. La novena está más cerca que nunca. Tras años de sequía, todo está dispuesto para que los blancos vuelvan a coronarse y lo hagan ante su público en una Final Four diseñada para ellos.

Aún así, la dificultad será máxima para los de Laso, empezando por la semifinal que disputarán esta noche (21.00 horas, Canal+) ante el Fenerbahçe. Sin el nombre de otros equipos, el peligro turco se hace patente cuando se escucha el nombre de su entrenador: Zeljko Obradovic . El que fuera técnico madridista en aquella octava Copa de Europa quiere ser ahora el verdugo de los sueños blancos. «No sé si alguien se acordará de que yo era el entrenador del Madrid en aquella Copa de Europa», bromeaba el serbio en ABC hace apenas unas horas.

Campeón en ocho ocasiones -las mismas que el Real Madrid, el club más laureado de Europa-, si hay un entrenador capaz de llevar a un grupo de jóvenes talentosos hasta el título en su primera aparición, ese es el serbio, que ya lo consiguió con el Juventud y el Partizan. No es favorito y jugará con esa baza ante el anfitrión, un Real Madrid que viene de perder dos finales consecutivas y que no quiere hincar la rodilla ante su público. «El pasado no juega partidos, pero seguro que esas dos finales perdidas nos ayudan en este nuevo escenario que tenemos por delante», reconocía Laso, feliz por haber llevado al Madrid de nuevo a una fase final, la cuarta en cinco años.

Para derrotar al Fenerbahçe, Laso tendrá a todos sus jugadores disponibles, con la única duda del estado físico del tobillo de Rudy Fernández, renqueante desde hace dos semanas. «Rudy va a estar bien», asumía Laso, consciente de que el concurso del balear es clave para su equipo.

El otro factor que puede decantar la final es el hecho de jugar en casa. «Vamos a tener muchísimo apoyo de la afición y para nosotros es un ventaja jugar en nuestro entorno», reconocía Sergio Rodríguez, en referencia a los pequeños detalles que pueden decidir el título.

En la otra semifinal, el favorito será el CSKA de Moscú, que se medirá al Olympiacos -verdugo del Barcelona- en el primer partido de la jornada (18.00 horas). Los rusos, un equipo plagado de estrellas, quieren repetir el título que lograron en 2008 en este mismo escenario.