Euroliga | cuartos de final
Spanoulis deja tocado al Barcelona
El base saca a relucir su genialidad para que el Olympiacos gane de nuevo al Barça y se quede a un triunfo de la Final Four
Abrines tuvo en sus manos el lanzamiento para forzar la prórroga o haber ganado el partido, pero el alero, en su intento desesperado, no acertó con la canasta, apremiado por el tiempo y, posiblemente, estorbado por un jugador del Olympiacos que pudo hacerle falta. Son esas jugadas las que difícilmente te señalan en Atenas, donde el Barça sucumbió ante los rojiblancos para quedarse a una derrota de la eliminación. [ Estadísticas del Olympiacos-Barcelona ]
Al Olympiacos le vale con ganar uno de los dos próximos partidos ante el Barcelona para estar en la Final Four de Madrid y dejar a los azulgranas sin la opción de luchar por el título. Los griegos, asidos a un genial Spanoulis, volvieron a derrotar al Barça y se colocan con 2-1 en la serie de cuartos de final de la Euroliga , que el jueves tendrá su primera opción para eliminar a su rival.
Hay pocas paradojas en el mundo del deporte como el nombre del coliseo del Olympiacos. El pabellón «de la Paz y la Amistad» suele ser sinónimo de todo lo contrario. Un escenario de guerra para todo el que lo visita. Una pesadilla para el rival que, como ayer el Barcelona, tiene la difícil misión de sacar algo positivo de allí.
Más aún, si el «General» de los últimos años está en forma. Spanoulis, verdugo madridista en la Final Four de Londres y pesadilla azulgrana en el segundo partido de esta serie de cuarto de final, volvió a erigirse en el epicentro de las operaciones griegas desde el primer cuarto. El base es el alma del equipo. El motor del juego, por el que pasan todos los balones. Ni siquiera Oleson, que volvió tras su lesión en el tobillo, fue capaz de frenar al genio heleno, que terminó el encuentro con 15 puntos y 8 asistencias.
De sus manos nacía el peligro, culminado en varias ocasiones por Printezis –¡qué delicadeza con el aro!– y con el resto de jugadores arrimando el hombro en la zona. Fue ahí donde se desarrolló el grueso de la batalla. Un cuerpo a cuerpo muy físico que exigía bajar al barro para seguir con vida en el partido. Lo entendió el Barça, que se quedó pronto sin el concurso de Tomic por problemas de faltas, pero que encontró en Lampe un buen sustituto para el croata.
Doellman y el polaco mantuvieron al Olympiacos en el horizonte, siempre por delante los griegos, que incluso llegaron a ponerse diez arriba en el tercer cuarto (46-36, min. 22). Reaccionó el Barça con Satoransky en la pista e incluso llegó a ponerse por delante antes de encarar el último período (59-60).
La cuarta falta de Tomic le mandaba pronto al banquillo, aunque no tardó en reclamarlo Xavi Pascual tras un parcial de 11-2 que ponía las cosas muy complicadas para su equipo (70-62, min. 38). Desaparecido Abrines y con Hezonja viendo la mayor parte del encuentro desde el banquillo, el técnico se encomendó a la épica. La encontró en los dos tiros libres fallados por Spanoulis con 70-66 (promedia casi un 80 por ciento esta temporada) y en un balón perdido por el base, al que le siguió un 2+1 de Navarro (70-69) que llevó el duelo apretado al último minuto.
Ahí, ni uno ni otro encontraron la forma de ganar el partido y los tiros libres decidieron un final de infarto en el que Abrines tuvo la opción de haber dado el triunfo a su equipo con un tiro desesperado que esta vez no encontró la red.
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