Copa del Rey
Joan Plaza, el técnico renacentista que aspira a la selección
Alma del Unicaja que camina líder en la ACB, confía en romper de una vez por todas la hegemonía del Real Madrid y el Barça
La imagen de entrenador que vive obsesionado las 24 horas del día con el baloncesto queda desenfocada en la figura de Joan Plaza. Este técnico catalán huye de los tópicos y concibe una vida más allá del deporte que ocupa su mayor parte del día..., pero no toda.
Escritor -ha publicado dos novelas- y amante de las motos, Plaza ha construido un proyecto sólido en Málaga casi de la nada. Cursos de decepciones que se han convertido en ilusión tras solo un año y medio en el banquillo del Unicaja. Allí llegó en el verano de 2013, casi al mismo tiempo que lo hacía Carlos Jiménez como adjunto a la dirección deportiva del club. Un binomio de éxito con el que han llegado los resultados positivos. «Cuando llego a la secretaría técnica la decisión de contar con Joan está casi tomada, pero claro que Manolo Rubia y yo somos una de las voces que se escuchan para tomar la decisión», recuerda Jiménez a ABC.
Ha pasado casi una década desde que Plaza debutara en los banquillos con aquel fichaje inesperado por el Real Madrid . Una etapa de luces y sombras, con un gran acierto: el descubrimiento de un desconocido Sergio Llull, capital en la historia reciente del club blanco.
Ese olfato para rescatar nuevos talentos lo ha sacado a relucir también en el Unicaja. Granger y Kuzminskas, dos jóvenes con proyección que no acababan de explotar, lo han hecho a sus órdenes, convirtiéndose en dos de los talentos más importantes que juegan en Europa. «No sé dónde está el techo de Granger, ni siquiera él lo sabe, pero si se lo cree y trabaja va a ser un jugador muy importante», reconoce el técnico del líder de la Liga Endesa . Un liderato que ha dejado de ser anecdótico para convertirse en alternativa a los grandes. «No es casualidad, porque está basado en el trabajo diario. Pasan las jornadas y seguimos ahí, pero no lo esperábamos. El hecho de estar con esa tensión en el día a día no es buena y hay que tomarla con su importancia relativa. Orgullosos, sí, pero sabemos que lo normal es que ese sitio lo ocuparan otros», relata el exjugador.
Cimentado en una defensa muy eficaz y con un ataque fluido, el Unicaja amenaza el orden establecido en la última década por el Real Madrid y el Barcelona. Los azulgranas serán su rival esta tarde en un duelo que por primera vez en mucho tiempo no parece desigual. «Si tenemos esta profundidad de banquillo es porque la fomentamos y le damos al jugador once o doce mucha confianza», revela Plaza, un técnico «detallista y muy trabajador, que no deja nada al azar».
El catalán no rehuye los focos cuando se le habla por la selección. Gane o no algún título, su nombre es el que suena con más fuerza para sustituir a Orenga en el equipo nacional. Un puesto que ve con buenos ojos, pero que aún lejos. Como su club. Jiménez, que conoce bien ese vestuario, le ve como alguien idóneo para el puesto, al tiempo que recuerda que tiene contrato con Unicaja y que el proyecto está aún comenzando. «Es un entrenador adecuado. Un candidato por lo que está demostrando y que conoce a muchos de los hombres a los que tendría que manejar», señala Jiménez. Mientras llega o no ese momento, Plaza quiere hacer historia en Málaga empezando con esta Copa, en la que hoy (19.00 horas, La1) se medirá al Barcelona por un puesto en la final.