NBA
Los Gasol, ante su noche mágica: «Va a ser memorable»
Marc y Pau están a cinco días de hacer historia en el baloncesto, al convertirse en los primeros hermanos titulares en un All Star
Hace ya algunos días que conocen la noticia, pero la emoción no disminuye. Al contrario. Según pasan las horas y se acerca la noche del 15 de febrero, los corazones de Pau y Marc Gasol se aceleran más y más. A pesar de haber disputado ya un sinfín de encuentros importantes en su carrera, el del próximo domingo está llamado a ocupar un lugar singular en su recuerdo. Un duelo especial. Único. Por primera vez en la historia, dos hermanos no estadounidenses serán titulares en la reunión de estrellas más importante del baloncesto . Un hito «memorable» que confían en «disfrutar» desde el primer minuto.
Acinco días de la cita, Pau y Marc atienden tranquilos a varios medios a través del teléfono, entre ellos ABC. Sin esconder su excitación por el evento, tratan de contener los sentimientos hasta que llegue el salto inicial. «Disputar este partido es un premio y una experiencia única. No solo como jugadores de baloncesto, sino como hermanos. Un momento de ensueño, maravilloso para compartir con nuestra familia y con todos los aficionados», afirma Pau, que toma la palabra en primer lugar, asumiendo el papel de hermano mayor.
Desde que el balón se lance al aire, los Gasol esperan disfrutar de una fiesta que nunca imaginaron, aunque siempre hayan trabajado para ello. «Es un reconocimiento a nuestra trayectoria. A nuestra manera de jugar. Los dos entendemos el baloncesto como juego colectivo. Buscando siempre al compañero mejor desmarcado. No somos egoístas, porque sabemos que es un deporte colectivo», señala Marc, que en el Madison Square Garden disputará su segundo Partido de las Estrellas, lo que suma aún más mística a un encuentro lleno de alicientes.
Luchar por el anillo
«Que este duelo sea en el Garden, en Nueva York, añade un poco más de magia a lo que ya es un sueño para nosotros. Es como si todo fuera perfecto. Lo piensas, y parece que no puede ser», reconoce el pívot de los Grizzlies, cuya temporada en Memphis está siendo la mejor de su carrera. Tanto él como Pau han destacado durante el primer tramo de la temporada, por primera vez, como aspirantes al anillo de campeón. «Es algo que aún queda muy lejos, pero claro que nos gustaría poder llegar a la final y luchar por el anillo», indica Pau. Él es el que mejor sabe lo «difícil que es llegar hasta allí». Un camino de espinas que él superó en tres ocasiones y que confía en repetir este año con su nueva camiseta.
«Estoy feliz por cómo me están saliendo las cosas en Chicago. Cuando tomé la decisión en verano sabía que no iba a ser fácil, pero me he adaptado bien. Tenemos un sistema que me beneficia y me permite lanzar en posiciones más cómodas. Lo único que quería cuando elegí a los Bulls era jugar bien y luchar por el anillo y eso es algo que ya estamos haciendo», reflexiona Pau, consciente de que aún queda lo más difícil para el título.
Mientras llega o no ese duelo por el anillo, los dos se conforman con medirse en el All Star del próximo domingo. «Es un encuentro que está pensando para los aficionados, pero no por eso vamos a dejar de ser competitivos. Queremos ganar y según se vaya acercando el final del partido jugaremos más duro. Si coincido con Pau en esos minutos sobre la cancha y hay que meterse los codos, los meteremos», bromea Marc, al que los aficionados eligieron por delante de estrellas consagradas como Kevin Durant y que goza del momento más dulce de toda su carrera.
Los Juegos Olímpicos, en el horizonte
Él no ha atravesado aún los altibajos que sacudieron a Pau en Los Ángeles –«cuando has pasado por malos momentos, aprendes a saborear mejor los buenos como este», señala el mayor de los Gasol–, aunque quizá por eso está más preparado para cuando lleguen. «Es una temporada llena de retos para los dos, pero antes queremos disfrutar de una de las noches más memorables de nuestra carrera», indica Marc.
Cuando todo acabe, será momento para pensar en el futuro. En el anillo y más allá. Incluso en los Juegos de Río, en los que Pau tiene puesta su mente como punto y final a su presencia en la selección. «Para estar allí, primero hay que clasificarse –ser al menos finalistas en el Eurobasket–. Cuando acabemos la temporada veremos cómo está el cuerpo y si podemos ir con la selección este verano. Claro que nos gustaría estar ahí y también en los Juegos», reconocen, mientras vuelven la vista hacia Nueva York. Al Garden, donde este fin de semana cumplirán un sueño inesperado que les sitúa como historia viva del baloncesto mundial.
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