Trifulca en los vestuarios del Atlético-Villarreal: Reñones agredió a un miembro del cuerpo técnico visitante

El Atlético de Madrid-Villarreal (2-2) de la tercera jornada de Liga fue todo un carrusel de sensaciones finalizado con uno de los autogoles más inocentes que se recuerdan en la historia reciente del fútbol español. Con el pitido final y con cara de malas pulgas los jugadores y cuerpos técnicos de ambos equipos se fueron al túnel de vestuarios del Wanda Metropolitano donde la intensidad del campo se manifestó en su peor vertiente.

Como recogió en el acta el árbitro del partido, César Soto Grande, hubo una «discusión entre técnicos y jugadores de ambos equipos» y Tomás Reñones , peso pesado del banquillo rojiblanco, propinó un golpe «con la mano» a uno de los técnicos castellonenses.

Reñones no fue el único que acabó con su nombre escrito en tinta en el acta del colegiado. Soto Grande también mencionó en el documento al segundo entrenador del Villarreal, Imanol Idiakez Barkaiztegi , que acabó «encarándose con un directivo local a gritos de manera agresiva y teniendo que ser sujetado por integrantes de su equipo».

El Atlético, pese a la alegría de haber conseguido un empate en el último segundo, acabó el partido sintiéndose algo perjudicado por cómo se resolvieron algunas acciones desde el punto de vista arbitral. En el otro bando, el Villarreal salió del césped madrileño con la impotencia como hilo conductor debido al gol en propia que pepetraron Mandi y Rulli con su falta de entendimiento. De hecho, Unai Emery , técnico de los visitantes, aseguró más tarde en rueda de prensa que estuvo dándole patadas a una pared durante media hora tras el pitido final.