Un tenis más repartido

En los dos últimos años, Federer, Nadal y Djokovic ya han cedido el paso a ocho nuevos campeones en los Masters 1.000

Desde hace una década se buscan relevos, se suplica por nuevos nombres, se espolea a los jóvenes para que cumplan con las expectativas, se reclama un cambio en las alturas y se aventura el personal a la hora de apostar por los campeones del mañana. El ayer y el hoy, aunque algo menos, sigue siendo cosa de Roger Federer, Rafael Nadal y Novak Djokovic , tiranos que han hecho suyo este deporte y han llevado esa hegemonía hasta el límite, si bien es cierto que han convertido el espectáculo en algo previsible. Desde Indian Wells de 2011 hasta el Mutua Madrid Open de 2017, los tres genios lograron 46 de los 58 Masters 1.000 disputados, una barbaridad. En estos dos últimos años, sin embargo, llevan 10 de 17. Se reparte el botín, pues, en los torneos de los buenos y el último en beneficiarse ha sido Fabio Fognini , estupendo campeón el domingo pasado en el prestigioso y sibarita Country Club de Montecarlo.

Se confirma que el tenis es un deporte más repartido, pues solo hace falta echar un ojo al historial de 2019 para comprobar que únicamente Federer repite en el palmarés con dos títulos, Dubái y Miami. Todos los demás torneos disputados tienen un nombre diferente, y llama la atención el resurgir de tenistas del pelotón condenados antes a objetivos menores.

Si se tiene en cuenta las épocas antes mencionadas, destaca la poca variedad que hubo en ese periodo de Indian Wells 2011 a Madrid 2017. Más allá de Federer, Djokovic y Nadal, solo pudieron alzar un Masters 1.000 otros cinco jugadores y uno de ellos es Andy Murray. El escocés, el cuarto jinete de este elenco de galácticos, sumó ocho títulos, un asiduo a grandes logros y al que incluso se podría incluir en el grupo de los elegidos, el debate sobre si debería hablarse de «Big 3» o «Big 4» siempre ha existido. Mientras, tuvieron su cuota efímera de gloria David Ferrer, Stan Wawrinka, Jo-Wilfried Tsonga y Marin Cilic .

Los últimos 17 Masters 1.000 han servido para confirmar el cambio de tendencia. Se descubrió Alexander Zverev en Roma y el alemán, desde entonces, ha conquistado dos títulos (Montreal 2017 y Madrid 2018) más de la categoría. Además, también se han estrenado Grigor Dimitrov (Cincinnati 2017), Jack Sock (París-Bercy 2017), Juan Martín del Potro (Indian Wells 2018), J ohn Isner (Miami 2018), Karen Khachanov (París-Bercy 2018), Dominic Thiem (Indian Wells 2019) y el ya mencionado Fabio Fognini con su éxito en Montecarlo.

Hay, sin embargo, una realidad muy distinta en los Grand Slams, palabras mayores y territorio prohibido para casi todos. Si se amplía incluso el periodo de estudio y se toma como punto de partida Roland Garros 2005, ya con Nadal consagrado, el dato es demoledor: de 56 grandes celebrados, entre Nadal (17), Federer (16) y Djokovic (15) acumulan 48 triunfos. Solo Andy Murray (3), Stan Wawrinka (3), Juan Martín del Potro (1) y Marin Cilic (1) se han atrevido a comer un trozo de la tarta.

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