Atlético, campeón 2020-21
Simeone, el alma del campeón
El argentino conquista su segunda Liga con el Atlético de Madrid en una temporada endurecida por el coronavirus
Diego Simeone ha vuelto a conseguirlo. Siete años después del cabezazo de Godín que le dio su primera Liga como entrenador, el argentino ha ganado otra carrera de fondo a Real Madrid y Barcelona, gigantes a los que derriba por segunda vez desde que se sienta en el banquillo. Con el mismo estilo coral, siempre fiel a la filosofía de que el colectivo manda sobre las individualidades y 'partido a partido' sin abandonar el traje negro, como en la foto de 2014 en el Camp Nou, el técnico brinda al Atlético de Madrid su Liga número once después de una temporada endurecida por el coronavirus. Entregado al límite en cada cita, la falta de público no ha restado ni un ápice de energía al Cholo, un apasionado del fútbol que nunca abandona la máxima que le estimula cada día: «Si se cree y se trabaja, se puede». Simeone, el alma de un equipo campeón.
Simeone y el Atlético han creído hasta el final y han aguantado la presión de Real Madrid y Barcelona , rivales que han llevado al límite la pelea por el título. Por segunda vez desde su llegada, en diciembre de 2011, el argentino y su equipo han cruzado la meta por delante de dos de los más clubes grandes del fútbol europeo, una competencia que acentúa el éxito del entrenador más laureado en la historia rojiblanca. Ya ha abierto ocho veces una vitrina en la que también ha depositado la Copa del Rey , la Supercopa de España , dos Europa League y dos Supercopas de Europa . Con la Liga amarrada en Valladolid, el 'Cholo' se convierte en el tercer técnico colchonero que luce un doblete liguero, logro que ya consiguieron Ricardo Zamora y Helenio Herrera.
El paso de los años no cambia ni la personalidad ni altera el estilo de Simeone , un técnico que nunca engaña. Solidez defensiva y aprovechar las ocasiones en el área rival son la tradicional receta. Y con ese misma fórmula ha ganado su segunda Liga, aunque el Atlético de Madrid ha dado un salto de calidad en ataque con un mayor manejo de la pelota favorecida al contar con la referencia ofensiva de Luis Suárez . El argentino ha encontrado en él los goles que buscaba desde hace temporadas para optar al título. La capacidad de persuasión del técnico y su poder de convicción, una condición que también muestra desde la banda, fueron determinantes para que el delantero aceptara fichar tras su salida del Camp Nou. Descartado por el Barcelona, el Cholo ha vuelto a exhibir su habilidad para recuperar e ilusionar a futbolistas como el charrúa o el francés Thomas Lemar . Pero la aportación más decisiva este curso desde la pizarra ha resultado, sin duda alguna, la reinvención de Marcos Llorente, centrocampista al que ha reconvertido en un peligroso atacante. Sus goles, sus asistencias y su extraordinaria polivalencia han sido determinantes para la conquista del segundo título de Liga colchonero en este siglo.
Diego Simeone ha sorteado los momentos de duda y ha sabido mantener firme al equipo pese a sucesivas adversidades. En el sufrimiento, en los momentos de apretar los dientes, el argentino ha demostrado que nunca desfallece. Lesiones, bajas por coronavirus y una inhabilitación temporal de Trippier no han mermado la moral de un entrenador que trabaja igual de bien el físico y la mente de sus jugadores. Un técnico que no mira el nombre, sino al hombre. El motivo por el que tampoco se ha casado con Joao Félix , el fichaje más caro en la historia del club. Titular indiscutible en el inicio de curso, la pérdida de efervescencia del portugués le ha condenado al banquillo en la segunda mitad de la Liga. No haber sabido enchufarle en el tramo decisivo en la pelea por el título es uno de los 'debes' en la labor de un técnico que esta temporada ha hecho historia. No solo por dar al club otro campeonato de Liga, también por haberse convertido en el entrenador que más partidos ha dirigido a un equipo con el que también ganó el campeonato en su época como jugador. Solo Marcel Domingo y Luis Aragonés lo hicieron también sobre la hierba y en el banquillo.