Liga Santander
Luis Suárez frunce el ceño del Atlético
El delantero uruguayo no se encuentra tras superar el Covid y su gestualidad en las sustituciones no agradan en el club
La efervescencia con la que Luis Suárez irrumpió en el Atlético de Madrid , dos goles y una asistencia ante el Granada en sus primeros veinte minutos como rojiblanco, se ha esfumado desde que el uruguayo se viera obligado a aislarse para pasar la cuarentena tras el positivo por coronavirus en una convocatoria con la selección. La chispa no surge, ha volado, tras un parón que parece no haber sentado nada bien al máximo artillero del equipo en esta Liga (cinco tantos, los mismos que Joao Félix). Un jugador al que se le ha notado lento y desconectado en los tres partidos que ha disputado desde su vuelta. Incapaz de celebrar desde el regreso, lo peor del delantero no es esa falta de acierto. Tampoco su pobre estadística de remates a puerta desde el reencuentro con los compañeros ante el Valladolid. Lo más preocupante han resultado sus reacciones después de tres sustituciones consecutivas de Simeone . Un técnico al que ese tipo de gestualidad y sobreactuación, aunque el discurso de puertas para fuera sea diferente, le gusta muy poco y que ha visto ya también en otros miembros de su plantilla.
Intocable para los entrenadores tanto como Messi durante su larga estancia en el Barcelona, en el que la figura del delantero se convirtió en una imagen prácticamente fija durante los 90 minutos de cada partido, Luis Suárez ha tardado muy poco tiempo en descubrir que con Simeone las cosas funcionan de una manera diferente. La exigencia del técnico argentino en la presión pasa factura a los atacantes y él no está siendo una excepción. El charrúa, aún lejos de su mejor forma, solo ha completado dos de los doce duelos que ha afrontado de rojiblanco (Betis y Lokomotiv en Moscú).
Tras la cuarentena, y en el día de su regreso, Luis Suárez fue reemplazado por Kondogbia a la hora de juego. Un cambio sin historia, con saludo protocolario y cruce de manos con los compañeros de banquillo. Nada que ver con su reacción cuatro días después en Salzburgo, un encuentro en el que el Atlético se jugaba el pase a octavos de Champions League . El atacante abandonó el césped de malos modos y visiblemente enojado.Acabó estrellando las espinilleras contra la grada y durante unos minutos no dejó de hablar entre dientes dando muestras de un enfado evidente. El sábado, su aportación en el derbi resultó intrascendente y volvió a abandonar el campo antes de tiempo. En esta ocasión, el mal humor dio paso a una sonrisa irónica. «Habría que preguntar al que se enfada. Yo entiendo los enojos, pensarían que pudieron hacer más. Lo entiendo todo porque quieren jugar lo máximo posible y disputar los noventa minutos», se limitó a responder Simeone al ser preguntado por las caras de Suárez y de Joao Félix tras sus sustituciones ante el Madrid. La estrella portuguesa también es reincidente y otros jugadores como Saúl o Llorente tampoco han asumido de buen grado la suplencia. Un cambio de cara que, pese al silencio, no gusta en el Atlético ni a su entrenador.