Liverpool - Atlético

Llorente, del ostracismo al cielo de Anfield

Llorente, que tardó en convencer a Simeone, vive su gran noche como rojiblanco en el templo del Liverpool

Simeone abraza a Llorente EFE

E. Yunta

Cuando ya se certificaba la triste defunción del Atlético, atropellado por el Liverpool en una noche angustiosa de lluvia y asedio constante, apareció Marcos Llorente para convertirse en un indio de por vida , un soldado al que reclutó en su día Simeone y que vivió semanas en un extraño ostracismo sin explicación oficial. En esencia, tenía todos los ingredientes que reclama el técnico argentino, un jugador cien por cien adaptable a los métodos del cholismo, pero el primer curso en el Atlético siempre exige muchísima paciencia , y más en estos tiempos. Llorente, en silencio y sin rechistar cuando no salía el sol, la ha tenido, héroe de una eliminatoria que estaba prácticamente sentenciada cuando Firmino hizo el segundo en el tiempo extra. La noche de Anfield, con 3.000 colchoneros desatados en el templo, será recordada como la noche de Llorente.

Es así de caprichoso el fútbol, que aventuraba una tormenta de palos a Simeone y a su temporada y al que ahora se le concede una tregua más que merecida por el ventajismo del resultado. No es fácil sobrevivir a una tortura como la de este miércoles, con el campeón de Europa desbocado en busca de una remontada que llegó a consumar pese a que le duró poquísimo. El Liverpool, una máquina estupenda que ahora mismo lleva unas semanas de tonteo más que comprensible después de tanta tralla, amargó al Atlético con su rock&roll, pero en el arte de sufrir nadie sobrevive mejor que el Atlético, especialista en veladas taquicárdicas como esta.

El partido recordó a aquel de Múnich en 2016 , cuando el Atlético defendía exactamente el mismo resultado que en Liverpool. En los tiempos felices de Griezmann de rojiblanco, los madrileños sudaron sangre ante el poderoso Bayern, que se impuso 2-1 en la vuelta sin que fuera suficiente. Anoche, el 2-0 se antojaba definitivo y más después de que los británicos le dieran un meneo incuestionable a los de Simeone, quien arriesgó con Costa en el once sin que la apuesta le saliera bien. Su héroe fue Llorente, le debe una cena.

Hasta bien entrado octubre, hubo escasas noticias del centrocampista madrileño, que cambió de barrio por 40 millones de euros . El Madrid no puso demasiadas pegas en su salida pese a ser un jugador con un futuro interesante y el Atlético aplaudía su compromiso desde la presentación, seducido por Simeone y por una llamada que le convenció definitivamente. En Anfield le correspondió con dos goles para siempre.

Hijo de Paco Llorente Gento, Marcos, uno más de la saga más futbolera de España , ha esperado su momento con una perseverancia absoluta después de calentar banquillo muchas tardes. Es un jugador entregado a estos nuevos tiempos, dieta espartana (cereales integrales, verduras cocidas, alimentos fermentados, tofu y pescado) y cuerpo musculado, y héroe de un Atlético que sí avanza en esta Champions a la que el coronavirus también tiene en vilo.

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