La Liga
La eterna lucha de Vitolo desde que llegó al Atlético
Hoy podría volver a ser titular tras recuperarse de la séptima lesión sufrida con la camiseta rojiblanca
Resultaría osado decir que Vitolo cayó de pie en el Atlético . El antes y después de su fichaje fue, más bien, una desdicha. Hagamos memoria. En verano de 2017, un mes antes de que se anunciase la operación, el TAS confirmó la sanción que impedía fichar al club rojiblanco, por lo que toda incorporación al equipo tendría que esperar al mes de enero. Cuando el fichaje se hizo oficial, el Sevilla decidió denunciar al Atlético, en un caso que finalmente perdió el club andaluz pero que enturbió más si cabe el traspaso. Todo este ruido, sin embargo, se esperaba que cesase cuando el balón ganara protagonismo.
Noticias relacionadas
Se acordó que Vitolo jugaría los primeros meses en Las Palmas , a priori un entorno perfecto para esperar su desembarco a las órdenes de Simeone. De amarillo, en cambio, no tuvo suerte y sufrió tres lesiones diferentes , perdiéndose un total de ocho partidos. Con el año nuevo su fortuna no cambió. Tampoco encontró su fútbol en el Atlético, donde fue titular ocho veces en Liga. Aun así, sumó 3 goles y dos asistencias en 23 partidos . El argumento que se esgrimió entonces fue la excepcionalidad provocada por la sanción, que le impidió, tanto a él como a Diego Costa , hacer la pretemporada con el equipo y que le obligó a amoldarse al esquema de Simeone en invierno. Así, se fiaba todo a la siguiente temporada.
82 días de baja
Lejos de lo esperado, la decepción fue aún mayor en la 2018-19 . En pleno mes de agosto, Vitolo sufrió la primera lesión de la temporada que le mantuvo fuera durante 35 días, equivalentes a seis partidos. Llegaría a volver a caer en tres ocasiones más, privando a su entrenador de sus servicios en otros seis partidos. Vitolo parecía condenado a fracasar en el Atlético: cada vez que cogía la forma y mostraba su talento, su físico le devolvía a la enfermería. Sus registros hablan por sí solos: 1 gol y 3 asistencias en 28 partidos.
El recelo por los casi 40 millones pagados por él iba in crescendo . Por ello el pasado verano su nombre sonó para abandonar la plantilla, pero Vitolo apostó por quedarse y el club demostró seguir confiando en él. Y el comienzo no pudo ser mejor y les dio a ambos la razón. Vitolo volaba sobre el campo y, ya fuera como titular o como suplente, exprimía de sus botas aquel fútbol con el que enamoró estando en Sevilla. Al fin parecía haber encontrado su mejor nivel en el Metropolitano. De hecho, sus registros a estas alturas ya superan a los logrados en toda la temporada pasada: 2 goles y 2 asistencias en 18 partidos. Cierto es que tampoco son números para tirar cohetes.
7 encuentros fuera
En el derbi de septiembre contra el Real Madrid , por desgracia, llegó su primera lesión. Las molestias en el muslo le dejaron fuera dos partidos y a su vuelta le costó recuperar protagonismo. Aun así, siguió sumando minutos y Simeone apostó por él en la segunda mitad contra Barcelona y Villarreal . Pero de nuevo, cuando volvía a hacerse un hueco, una lesión inguinal le mandaba de vuelta a la enfermería. Los fantasmas no desaparecían.
Esta lesión, que le impidió estar ante Osasuna y Real Betis , ha sido la última de Vitolo hasta la fecha. Reapareció con el año nuevo ante el Levante , contra quien protagonizó unos minutos discretos. En la Supercopa de España , en cambio, sí se vio a un jugador más ilusionante. Contra Barcelona y Real Madrid agitó al equipo y estuvo de nuevo enchufado. Pese a la derrota en la final de Yeda, su actuación fue una de las mejores noticias que se trajo el Atlético para España.
Hoy, contra el Eibar , Vitolo podría volver a ser titular. La baja de Koke y la posibilidad de que Herrera sea suplente o Saúl ocupe el lateral izquierdo le conceden un espacio en el once. Después de los dos últimos buenos partidos, y tras recuperarse de su séptima lesión desde que llegó al Atlético, Vitolo quiere dar un golpe encima de la mesa. El físico ha sido su peor enemigo en este tiempo, pero cuando este le ha dado una tregua, ha demostrado lo mucho que puede sumar a sus compañeros. En un equipo carente de gol y tosco en lo ofensivo, la verticalidad, vertiginosidad y desparpajo de Vitolo son un soplo de aire fresco en pleno desierto. Ahora más que nunca, Vitolo y el Atlético se necesitan.