Mercado de invierno
Dos cracks de estilo Simeone
El Atlético recibe como un bálsamo a Diego Costa y Vitolo, dos peticiones del técnico argentino
En un año de transformación institucional por el cambio de domicilio al Wanda Metropolitano y eliminado de la Champions, el Atlético se relame ahora con el mercado de invierno. Llegan los dos cracks que reclamó Simeone, dos jugadores asociados al perfil del entrenador argentino que resultaron damnificados por la sanción al club relacionada con las irregularidades en la contratación de menores. Diego Costa y Vitolo salen de su hibernación (el brasileño lleva tres meses entrenando con sus compañeros; el canario, jugando cedido en Las Palmas) para dar realce a un Atlético que, sin la Champions, aspira a uno de los tres títulos en juego: la Liga, la Copa o la Europa League.
El entusiasmo se desliza por la parroquia rojiblanca. Los fichajes siempre generan ilusión entre los aficionados al fútbol. Y más en el caso de esta pareja, puesto que estaban contratados desde hace meses, pero no podían actuar por el castigo de la FIFA ratificado por el Tribunal de Arbitraje del Deporte (TAS).
Como la palabra de Simeone sigue siendo ley en el Atlético, los dos delanteros llegan para afirmar el tipo de fútbol que no ha logrado expresar el equipo. Falta la transición defensa-ataque, velocidad en el contragolpe y, sobre todo, concreción respecto al gol. Hace cuatro temporadas, Costa era el salvoconducto del equipo, una fuente para aliviar sus problemas creativos. Los balones largos al espacio eran la especialidad del hispano-brasileño, que podía explotar sus virtudes físicas. Formando pareja con Falcao , consiguió 20 goles (0,45 de promedio por partido). Cuando el colombiano se marchó al Mónaco, Diego Costa se sintió liberado y selló su mejor campaña como profesional: 35 tantos (0,69 por encuentro). Lo que nunca ha logrado en tres ejercicios en el Chelsea (22, 15 y 22 goles).
El físico de Costa
Diego Costa y Vitolo son dos futbolistas de perfil Simeone. Rápidos, potentes, pero sobre todo desequilibrantes. Simeone nunca ha escondido su predilección por Costa, un delantero parecido a Luis Suárez, habituales pasajeros de la polémica o la bronca. Al técnico le seduce su actitud, su exacerbada ambición y las cualidades físicas. De Diego Costa dijo el «Profe» Ortega , preparador físico del Atlético, que era un «toro sin límites en lo relativo a la fuerza».
Vitolo es un futbolista con desborde, algo que escasea en el Atlético actual. Fue el sexto jugador que más regates realizó en la pasada Liga (70, con un 54 por ciento de acierto) y el que más ocasiones creó en el Sevilla (59). No es exactamente un goleador (8 el pasado curso), sino un alborotador que emplea la conducción, la técnica y la potencia. Su actividad durante este primer tramo de la Liga no ha resultado descollante (seis tiros a puerta, un gol y 17 regates consumados) en Las Palmas. El equipo es el colista. Se lesionó a principios de diciembre (una pequeña rotura en el bíceps femoral) y su última imagen con el conjunto insular fueron lágrimas de impotencia.
Simeone practica una máxima con su plantilla. Quiere ser justo con todos sus jugadores. Y ha frenado la algarabía que provocan estos dos fichajes con el recuerdo de Diego Ribas . El brasileño, probablemente el mejor centrocampista que ha tenido el equipo en la última década, regresó al Atlético después de su primera etapa cedido por el Wolfsburgo y fracasó. La ilusión de su fichaje contrastó con los pocos minutos que le dio el entrenador. «No me caso con nadie –ha dicho Simeone–. Todos deben ganarse el sitio en la cancha».
Contra el Lérida
El Atlético presentará a la pareja en un entrenamiento abierto al público el próximo domingo 31 de diciembre, gratis para los abonados y a 10 euros para los no asociados. Si llega el transfer de Diego Costa (problemas de última hora) y Vitolo se ha recuperado de su lesión, ambos podrían debutar el próximo miércoles 3 de enero de 2018 ante el Lérida, en los octavos de la Copa del Rey en el Camp d’Esports.
Vietto y Gaitán asoman como los principales candidatos a salir del club y dejar su plaza a los nuevos. Tampoco Gameiro tiene asegurado seguir.